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| La muerte del italiano Fabio Casartelli (Team Motorola) fue una de las tragedias más impactantes que se han producido en el Tour de Francia. |
No hay épica sin riesgo, un aserto que se refrenda en el caso del ciclismo con el rosario de hombres que se han dejado la vida sobre el asfalto cuando competían sobre la bicicleta.
1935: Francisco Cepeda. La primera tragedia que sacudió el Tour de Francia tuvo como protagonista a un español. Cepeda encontró la muerte en el descenso del Col de Galibier.
1937: André Raymand. El corredor francés, campeón del mundo de medio fondo, murió en una prueba de ruta en Amberes.
1951: Serse Coppi. El hermano de “Il Campionissimo” murió a consecuencia de una caída en el Giro del Piamonte. Serse Coppi pudo acabar la etapa, pero falleció al día siguiente. Su hermano Fausto nunca superó su pérdida.
1956: Stan Ockers. El ciclista belga, campeón del mundo en 1955, perdió la vida al año siguiente en el transcurso de una prueba en Amberes, a consecuencia de otra caída.
1967: Tom Simpson. El caso del corredor inglés, también campeón del mundo (1965), va asociado al oscuro mundo del doping. Simpson murió en la subida del Mont Ventoux, en el Tour de Francia, de una parada cardíaca provocada por una combinación de las duras condiciones de la etapa y las sustancias ilegales ingeridas. Hoy una placa recuerda el lugar exacto donde se produjo una de las tragedias que ha sacudido con mayor virulencia el mundo del ciclismo.
1970: Jean Pierre Monsere. El belga falleció como resultado del choque que sufrió contra un coche cuando disputaba el Grand Premio de Retie.
1972: Manuel Galera. El ciclista español falleció a causa de una caída sufrida en el transcurso de una etapa de la Vuelta a Andalucía.
1976: Juan Manuel Santiesteban. Perdió la vida en una etapa del Giro de Italia.
1984: Joaquim Agostinho. El campeón portugués cayó en una etapa de la Vuelta al Algarve, al cruzársele un perro. Murió 10 días después.
1987: Vicente Mata. Murió arrollado por un coche en el Trofeo Luis Puig.
1995: Fabio Casartelli. El italiano, que había sido campeón olímpico en los Juegos de Barcelona, perdió la vida el 18 de julio durante la 15 etapa (entre las ciudades de Saint-Girons y Cauterets) del Tour, cuando descendía el Col d'Aspect, en los Pirineos.
Casartelli sufrió graves lesiones en la cabeza (no tenía casco protector porque hasta antes de ese suceso no era obligatorio) al golpearse contra el asfalto, quedando tendido inconsciente en la carretera. Rápidamente fue trasladado en helicóptero al hospital de Tarbes, pero la gravedad de las heridas era extrema, llegando prácticamente muerto.
A las 14:40 horas "Radio Tour" anunció oficialmente el fallecimiento, que se había producido una hora antes. "Tengo que dar una noticia grave, terrible", anunció el director de la carrera, Jean Marie Leblanc: "El corredor italiano Fabio Casartelli, dorsal 114, víctima de una caída en el kilómetro 34 en el descenso del Col d'Aspet y que había sido evacuado al hospital de Tarbes, ha muerto".
La etapa del día siguiente, entre Tarbes y Pau, fue neutralizada, aunque no suspendida. Los ciclistas rodaron en grupo durante todo el recorrido, y poco antes de la llegada, los integrantes del equipo Motorola se adelantaron y cruzaron la línea de meta juntos, a modo de homenaje hacia su compañero.
Todos los premios de la etapa fueron donados a su esposa Anna Lisa y su hijo recién nacido.
Tampoco deben olvidarse muertes de ciclistas que, aunque no se encontraban compitiendo en ese momento, no pudieron escapar del riesgo que supone marchar en bicicleta por una carretera. El caso más significativo de los últimos tiempos ha sido el del madrileño Antonio Martín Velasco, un prometedor ciclista que murió al ser golpeado en la nuca por el espejo retrovisor de un camió mientras se entrenaba.
También están los de los hermanos españoles Ochoa y recientemente del venezolano Richard Ochoa, quienes fueron atropellados por un carro y una motocicleta, respectivamente. (Tomado de “El Ciclismo”, por Ildefonso García).
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