Por Alejandro Matiz.-
Ciclismo Internacional.-
Patrick Konrad es el vivo ejemplo de la búsqueda de la dignidad deportiva. Aunque sea capaz de culminar en un top-10 de una gran vuelta como un Giro o Vuelta, opta por brillar en otras facetas que aunque sean de menor prestigio, son más afables para alimentar el palmarés y ser más reluciente. Tanta combatividad y amor propio, le han sido recompensados con un triunfo de etapa en el Tour de Francia, luciendo los colores de su país.
“Es mi primera victoria en el World Tour, y es una etapa del Tour de Francia”, resaltó Patrick cuyos éxitos más destacados habían sido en los campeonatos nacionales de ruta en Austria.
“Es una victoria para mi familia, amigos y equipos que confiaron en mí y me motivaron a luchar por mis metas”, agregó el corredor de Bora-Hansgrohe, quien le dedicó a esas personas la conquista más importante de su carrera deportiva.
Su experiencia tras dos derrotas en fugas (etapas 7 y 14) le enseñaron que debía mover el árbol más temprano, ya que otros se anticipaban y al momento de reaccionar ya era tarde.
“Ya había estado tres veces en fuga y siempre había esperado hasta el final y no era la mejor decisión”, sumando que entonces su premisa de hoy era ser el primero en intentar. “Me dije a mí mismo que debía ser el que atacaba de lejos”.
Las sensaciones en la llegada a meta fueron encontradas, pues la mezcla de sufrimiento y gloria, fueron el ingrediente principal de los últimos 1000 metros.
“Cuando llegué al último kilómetro vi un repecho y pensé que sería doloroso, pero valía la pena porque después era la oportunidad para celebrar”, confesó un Konrad que por fin puede gozar de un logro mayor. “Estoy muy contento y ahora puedo disfrutarlo”.
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