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sábado, 24 de julio de 2021

Richard Carapaz, además de oro olímpico, podio en las "tres grandes"



Por Franco Xavier Videla y Alejandro Matiz.-

Ciclismo Internacional.-

 

Richard Carapaz se consagró campeón en la prueba de ciclismo en ruta de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, tras arribar en solitario a meta después de 234 kilómetros de trazado entre las localidades Musashinonomori Park y Fuji International Speedway.

El ecuatoriano, hizo historia tras resistir a un circuito de máxima exigencia, colgándose el primer oro en esta modalidad para Latinoamérica.  El ciclista carchense le dio la segunda medalla dorada en su historia a Ecuador.

Vale destacar que, además, Carapaz, se convirtió en el primer pedalista en la historia en obtener un podio en las tres carreras de tres semanas del calendario (1° Giro de Italia 2019, 2° Vuelta a España 2020, 3° Tour de France 2021) y el oro en unos Juegos Olímpicos (Tokio 2020).



La apertura fue pausada, tradicional de toda prueba olímpica, con una composición de fuga reducida y de licencia profunda con una ventaja que hasta tocó los 18 minutos de ventaja sobre un lote caracterizado por la pasividad y absoluta serenidad. Los escapados eran Paul Daumont (BUR) Nic Dlamini (RSA) Eduard-Michael Grosu (RUM) Michael Kukrle (CHE), Juraj Sagan (EVQ), Polychronis Tzortzakis (GRE), Elchin Asadov (AZR) y el latinoamericano Orluis Aular (VEN).

En el transcurso algunos componentes de ese colectivo puntero se descolgaban por debilidad propia e inexperiencia de competición frente a los mejores. Asadov, Daumont y Grosu eran los primeros en pasar en factura, aguardando una larga espera por la captura del paquete que iba despertando con el comando a cargo de Bélgica y Eslovenia a través de Greg Van Avermaet y Jan Tratnik, respectivamente. El libreto escrito previo a la cita era afrontar esa primera subida de envergadura era el de que todos los corredores se soldarían al ritmo que desearan los combinados belgas y eslovenos. 

Fue así la tendencia en gran parte de Fuji, hasta que apareció Giulio Ciccone, quien como parte de la estrategia italiano, impuso una marcha de más en el grupo y le dio un calentón significativo, en el que incluso, ya se denotaba la debilidad de Alejandro Valverde, cediendo unos metros frente al ritmo del escalador del Trek.

En el terreno de descenso, las cosas se calmaron, más como producto de la necesidad de tomar aire tras el alto ritmo impuesto por Ciccone. Una vez recuperados los ciclistas, retornó la acción a cargo del seleccionado de Italia. Fue ahí con varios cambios de ritmo de Damiano Caruso, con los que se generaban unos primeros filtros.

Pero el que más llamó la atención fue uno liderado por Remco Evenepoel, quien partió mucho antes de lo esperado, en un tramo quebrado, junto con Eddie Dunbar y Vincenzo Nibali. En un principio daba pinta de ser el movimiento ideal, pero a la postre, por falta de cooperación, la perla belga levantó el pie del acelerador y se dejó cazar por el grupo.

Fue entonces en el Mikuni Pass en el que las acciones se activaron al máximo. Bélgica apelaba a la tradicional táctica del tren para achicar lo máximo posible el lote en beneficio de Van Aert, pues Evenepoel había cedido metros atrás.

Figuras como Nairo Quintana, Tom Dumoulin o Kasper Asgreen no aguantaban el feroz paso belga. No obstante, la estrategia tuvo un bache, se dejó aislado prontamente a Wout en esas temidas rampas y el parón fue aprovechado por Tadej Pogacar para cambiar el ritmo.

La aceleración del esloveno fue contestada por Michael Woods y Brandon McNulty, quienes lógicamente cooperaban ante la necesidad de separarse del gran favorito al oro. Detrás empezaba el show del hombre del Jumbo-Visma, que ateniéndose a su garra y coraje, pedaleaba con el corazón para mantener una brecha decente sobre Pogacar, que le permitiese enlazar en la proximidad. Pero la crisis se agravó con los ataques de sus acompañantes, especialmente el de Michal Kwiatkowski, que servía para transportar a Richard Carapaz, Alberto Bettiol y Rigoberto Urán al grupo del campeón del Tour de Francia.

Contexto de alta complejidad para Van Aert que parecía estar en pérdidas. Sin embargo, el pésimo entendimiento entre los nuevos punteros, dio sitio a un parón que le otorgó el chance a Wout de reconectar y catapultarse nuevamente en la cumbre de favoritismo al título olímpico. Aún así, otros pensaban distinto y querían encontrar vías para que esto tuviera un desenlace distinto.

Entrados en un trayecto de transición los ataques se multiplicaron por doquier. Lo intentaron todos: Schachmann, Fuglsang, Mollema, Urán, etc… Pero uno fue el definitivo, el de Carapaz con McNulty. En esa movida, no hubo convicción alguna u acuerdo mutuo de cerrarla. Se les dio licencia para marcharse adelante, y no era una dupla cualquiera, era una cargada de alta dosis de peligro. Tanto el de Carchi como el de Phoenix, apretaban al máximo para establecer un jugoso margen de 40 segundos, uno muy viable para concretar el sueño olímpico.

La sucesión de ofensivas atrás, sumada a la poca cohesión aumentaban con significancia, la oportunidad que se le presentaba a los dos aventureros, que igual tenían sus discrepancias, pues Brandon, sin mucho gas, no ofrecía relevos de igual duración e intensidad que sí realizaba Richard. Esa cooperación tacaña desencadenaría sus consecuencias más adelante, pues la situación en que se hallaban, no daba lugar para peleas y divisiones. La armonía debía primar.

Un desesperado Van Aert tomó los 10 km finales como terreno para maximizar la persecución y reducir a todo vapor el avance de cabeza de carrera. El miedo se apoderaba de ambos ya que el feroz paso de ese tractor, acortaba su ventaja a 20″. Era necesario hacer algo. Fue ahí cuando Carapaz en un repecho a 5000 metros de la finalización, le puso la estocada merecida a McNulty tras no ser igual de generoso con el trabajo conjugado.

Aquel ataque pasaría a la historia del ciclismo ecuatoriano y latinoamericano, pues lanzaría a la ‘Locomotora’ rumbo a hacer realidad el gran anhelo de cualquier deportista, apoderarse de una medalla de oro olímpica. Un premio gordo, gordísimo. Con un Van Aert rendido ante la imposibilidad de acercarse a la estela del ecuatoriano, Carapaz tuvo que concentrarse en sortear idóneamente las curvas del circuito final y poner el último gramo de resistencia para explotar en alegría al asimilar que había logrado lo imprevisto, y que coronó una hazaña que quedará enmarcada en los más importantes libros de la historia del ciclismo.


Clasificación Ruta Juegos Olímpicos Tokio 2021 (234 kilómetros)

RnkRiderTeamTime
1CARAPAZ RichardEcuador6:05:26
2VAN AERT WoutBelgium1:07
3POGAČAR TadejSlovenia1:07
4MOLLEMA BaukeNetherlands1:07
5WOODS MichaelCanada1:07
6MCNULTY BrandonUnited States1:07
7GAUDU DavidFrance1:07
8URÁN RigobertoColombia1:07
9YATES AdamGreat Britain1:07
10SCHACHMANN MaximilianGermany1:21


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