Pero más allá de la pura tradición ciclista de esta prueba que comienza en Maastricht y finaliza en la vecina localidad de Valkenburg, la Amstel es famosa entre los aficionados porque la célebre marca de cerveza es la organizadora y principal patrocinador de uno de los mayores eventos anuales del deporte holandés.
En la localidad de Valkenburg, y en los últimos kilómetros de la carrera, que previamente discurre por un durísimo circuito lleno de durísimas cotas, se puede apreciar cómo cientos de aficionados aguardan el final de la carrera bebiendo una cerveza muy fría, especialmente en la curva previa a la subida del Cauberg, el último muro antes de la meta.
La tradición cervecera es tan grande en la Amstel Gold Race, que diversos coches con el logotipo de esta conocida marca de bebida transitan delante del pelotón e incluso regalan cerveza a los participantes y parte del público.
Tanto es así, que hace varias ediciones la organización alertó a los conductores de los coches de equipo que les someterían a pruebas de alcoholemia antes de comenzara la competición.
Pero en esta edición de 2015, lo que más llamó la atención fueron los trajes con los que se vistieron las azafatas del podio. Con unas faldas fabricadas y decoradas a base de posavasos de esta conocida marca de cerveza.
Este llamativo diseño llamó poderosamente la atención en las redes sociales, porque el hecho de que los primeros clasificados brinden con una Amstel en el podio es una tradición casi sagrada aquí.
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