Por Alejandro Matiz.-
Ciclismo Internacional.-
Financieramente, cada año ha sido una pesadilla para el Astana. Las dificultades económicas, principalmente propagadas por la dependencia de los fondos de inversión públicos de Kazajistán, han puesto en inestabilidad a la tradicional escuadra. Parecía tomar un respiro este 2021 cuando Premier-Tech, multinacional canadiense, se había hecho copropietaria de la estructura, permitiendo una ampliación del presupuesto y un alivio económico. Pero poco duró la gloria. El equipo ya ha anunciado que el vínculo se romperá al terminar la temporada.
En un comunicado ofrecido por la institución, se recogieron reacciones de ambos bandos. “El apoyo de Premier Tech ha sido fundamental, y estamos orgullosos de tenerlos con nosotros en algunos de los momentos más importantes del equipo, incluidas las victorias de etapa en el Tour de Francia y Monumentos”, agradeció Yanal Seel, directora ejecutiva de Astana.
Seel también lamentó la discrepancia ideológica que cortó una proyección que se tenía para que la unión fuera duradera. “Aunque preveíamos una colaboración a largo plazo entre Premier Tech y nuestros accionistas kazajos como copropietarios, lamentablemente no ha sido posible alinear las respectivas visiones para el futuro del equipo. Como tal, Premier Tech concluirá su inversión al final de esta temporada”.
Del lado de la compañía manufacturera, se reiteraron las divisiones en perspectivas y su alta influencia para poner fin a la colaboración. “Estábamos emocionados de ascender como copropietarios y copatrocinadores del título de Astana – Premier Tech en el comienzo de la temporada y forjar una nueva dirección para el equipo junto con los accionistas kazajos. Desafortunadamente, ha quedado claro en nuestras discusiones en curso y en la planificación para el futuro que no compartimos la misma visión y no hemos podido llegar a un acuerdo que funcione para ambas partes”, acotó Jean Belanger, presidente de la empresa norteamericana.
Un golpe de gran impacto para el cuadro kazajo, pues el aporte canadiense les ayudaba a conservar la base de la plantilla (habían renovado antes a Ion y Gorka Izaguirre, Alexey Lutsenko, entre otros). En parte era benévolo para ellos tener esos ingresos ante la sólida estabilidad de esa empresa, sin embargo, al perderlos, volverán a depender completamente de los dineros públicos de Kazajistán, nación que como muchas otras, atraviesa dificultades financieras a causa de la pandemia y la baja del petróleo, pilar en la economía del país.
En poco tiempo han cobrado mazazos de gran magnitud. La ruptura con una de las fichas claves del proyecto como Aleksandr Vinokúrov y la confirmada salida de su líder, Aleksandr Vlasov, opacarán el panorama desde cualquier perspectiva con que se le mire. Económica y deportivamente, va para abajo y de momento, no hay señales de alguien o algo que les sirva como paracaídas para no caer definitivamente en el precipicio.
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