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| El pedalista español atacó y fue segundo en la séptima jornada de la Vuelta a España. Foto: Luis Ángel Gómez |
Por Andrés Fonseca.-
Ciclismo Internacional.-
El madrileño Carlos Verona, quien fue uno de los grandes protagonistas de la séptima etapa de la Vuelta e incluso por momentos, dio la sensación que en sus piernas podía llegar la primera victoria del Movistar en la ronda Ibérica, vio con resignación el abandono de uno de sus líderes.
“Resignación y satisfacción. La he visto cerca, pese a que en un inicio no iba pensando en la etapa, siempre íbamos con la cabeza en nuestras opciones atrás. De hecho, Patxi me venía diciendo que Alejandro iba a atacar, y venía todo el día tranquilo, guardando. Ha habido un momento en que, de repente, había silencio en la radio, no entendía nada… y ya me han dicho sobre la caída de Alejandro. Ojalá esté bien”, dijo Verona, en declaraciones servidas por el equipo telefónico.
El corredor del Movistar tuvo la valentía y las piernas necesarias para colarse en la numerosa fuga del día y para en uno de los momentos más duros de la etapa intentar la aventura en solitario, sin embargo el australiano Michael Storer fue el más fuerte.
“Una vez ahí adelante, tenía que prepararme y buscar la etapa. He preguntado si podía probar, me han dado el OK y me podido estar ahí. Sabía que me tenía que anticipar y me he movido lo que he podido. Debía arrancar antes lo más duro, porque sabía que había mejores escaladores en la fuga. Storer ha sido el más fuerte”, agregó el corredor español de la escuadra española.
El ibérico de 28 años, lo intentó dos veces en el falso llano para buscar doblegar al cuarteto con el que se encontraba en la punta de carrera, pero Storer supo aguantar hasta lo más duro del ascenso y marcó la diferencia sobre los últimos metros.
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