Por Alejandro Matiz.-
Ciclismo Internacional.-
Después de Egan Bernal, el jerarca de la Vuelta a España, Primoz Roglic, fue el otro gran protagonista de una inolvidable etapa camino de los Lagos de Covadonga. Se llevó el premio mayor por tener la valentía de ir en primera persona con el colombiano, y luego por tomar el riesgo de cooperar con él para sentenciar el título. Una actitud para aplaudir de pie.
“En el ciclismo siempre hay riesgo, pueden pasar muchas cosas. Pero hoy ha ido bien. Me gustó mucho. Es un día súper lindo para mí y para todo el equipo”, rescató el esloveno que sentenció su tercera corona de la ronda ibérica a lo grande.
El instante clave fue responder a la salida de Egan Bernal y no fiarse de la respuesta de sus compañeros. Fue una reacción instantánea, la necesidad de no darle margen a un rival peligroso.
“No pensé en nada, simplemente fui con Bernal”, pese a que la lejanía a meta lo puso a dudar, aunque luego todo se transformó en convicción pura.
“Pensaba un poco … Vaya, esto está bastante lejos, con una subida todavía dura al final. Pero iba bien. Simplemente rodé lo más duro posible en la última subida. En ese momento, Egan ya no me siguió, así que me fui solo”, describió el nuevo líder de la clasificación general.
Afirma que esta ha sido su mejor presentación en esta prueba -a concepto personal ha sido la mejor de toda su trayectoria- y no es para menos, pues salió de su zona de confort, de apostar por bonificaciones y crono, para darle un peso inigualable a esta conquista. “Creo que es mi mejor actuación en La Vuelta, sí. Lo estaba disfrutando con todo el apoyo. Sólo que el clima no fue el mejor, pero fue un día súper agradable”.
Eso sí, todavía no se fía de sus más de 2’30” sobre Enric Mas y pensando fuertemente en que en la etapa reina de mañana, todo puede cambiar. “La brecha en la clasificación general nunca es lo suficientemente grande, pero es buena, nos la merecemos. Pase lo que pase, mañana tenemos una etapa reina en camino, así que veremos si es suficiente”, sentenció un Roglic, que estará más que satisfecho por mostrar sus virtudes en una faceta totalmente distinta y dejar de ser ese corredor que sólo gana carreras en el último kilómetro. Un capo total.
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