Por Alejandro Matiz.-
Ciclismo Internacional.-
Filippo Ganna (Italia) se consagró como el nuevo campeón mundial de contrarreloj tras imponer sus virtudes al cronómetro en el trazado de 43.3 kilómetros ofrecido entre Knokke-Heist y Brujas. El italiano, fue de menos a más y en uno de los duelos más apasionantes que se recuerden por un arcoíris de crono, derrotó al local Wout van Aert.
En un primer grupo de corredores, que participaban la gran mayoría por cumplir con presentación, había una alta expectativa centrada en lo que podía acontecer con uno de los grandes candidatos: Remco Evenepoel. El belga, a pesar de no tener el biotipo de croner siendo alguien liviano, siempre ha mostrado una indiscutible calidad en este ejercicio.
El joven diamante fue confirmando ese favoritismo inicial, perfilando en cada paso intermedio los mejores registros con diferencias de tendencia creciente. Mostrando un ritmo firme, constante, de mejoría frecuente con el avance del tiempo, frenó el reloj en meta en 48’31” con una velocidad promedio superior a los 53 km/h. Tiempazo, que ante la falta de la salida de especialistas no garantizaba triunfo, pero sí fortalecía las aspiraciones a medalla.
Una vez partieron los grandes favoritos, se vieron unas primeras tendencias. Un duelo apretado entre Filippo Ganna y Wout van Aert, que favorecía ligeramente al belga por 7″ en el primer punto intermedio, estando más atrás Stefan Kung y Kasper Asgreen, que eso sí, se localizaban delante de Remco Evenepoel.
Sin embargo, existía una clave, el tramo entre el primer y segundo punto de control. Ahí era determinante rodar con buen tanque para marcar distancias sobre las piernas más tocadas. En ese orden de ideas, la contienda fue favoreciendo a dos, a Evenepoel y Ganna. Al chico del Deceuninck, debido a que en su meta de medalla, ya superaba a Asgreen y Kung, quienes por la escasez de fuerzas lo tenían difícil para desbancarlo a Remco; mientras que al tractor del INEOS le permitía igualar el guarismo de Van Aert -con unas milésimas de desventaja- pero con una gran noticia y era la de que por tiempos, era él quien más rápido había hecho ese tramo, convirtiéndose en el mejor encaminado para el título.
A partir de ese momento, conociendo la paridad entre belga e italiano, se vivió una rivalidad emocionante. Dos corredores igualados, dándolo todo en esos 15 minutos finales de esfuerzo y con el arcoíris entre ceja y ceja, consciente eso sí, de que lo lograrían con un mínimo margen.
Imperó la lógica, ya que la tendencia marcaba a una balanza inclinada en favor de ‘Pippo’. Supo conservar la velocidad y seguridad en cada curva, en las partes más técnicas, y por tan sólo 5″ derrotó al versátil Wout, que por segunda ocasión consecutiva quedó privado de la conquista por cuenta de Ganna. La brecha más corta en un mundial que se recuerde, al menos en este milenio.
Bicampeón Filippo que dio ejemplo de las cualidades de un especialista, resistencia y potencia pura, la capacidad de aguantar a gran esfuerzo tras un largo tiempo, algo que pocos pueden hacer. A Van Aert se le escapa otra chance, pero tendrá la oportunidad de revertirlo el domingo con otro arcoíris que le es más afable ganar.
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