Por Alejandro Matiz.-
Ciclismo Internacional.-
Filippo Baroncini (Italia) se coronó como nuevo campeón sub-23 en ruta, tras superar con éxito los 161 kilómetros de circuito entre Antwerp y Leuven. El joven de 21 años realizó la acción ofensiva más oportuna con un ataque a 5 kilómetros que dejó sin respuesta al resto de contendientes, sin adecuada cohesión.
Fue una carrera de absoluto descontrol, muy estratégica. Con un recorrido trampa, de tortura constante con sube y baja, era de esperarse ver diversos movimientos que alteraran la armonía del grupo grande. De todas esas emboscadas, hubo una que metió miedo. En ella, con 10 componentes, Mauro Schmid (Suiza) mostró ganas y fuerza para obtener el triunfo de lejos.
El helvético dejó botados a sus compañeros de aventura a 15 km del arribo y encaminó una especie de contrarreloj hasta donde las piernas le llegaran. El ganador de la etapa de Montalcino del pasado Giro conservó una estable ventaja de 13″, que por un momento parecía definitiva. No obstante, en los repechos finales las aceleraciones detrás fueron causal de su caza a poco más de 5000 metros de llegada.
Ahí era determinante tener reservas en el tanque para ejecutar un potente cambio de ritmo y fue Baroncini quien ostentó esa virtud. Ataque categórico en la cima, sin contestación de los demás corredores y con la convicción de llegar hasta meta. La constancia del italiano y la falta de cooperación del lote, se juntaron para así otorgarle el oro a ‘Pippo’. Los restantes cajones de honor fueron ocupados por Biniam Ghirmay (Eritrea) -actuación histórica- y Olav Kooij (Países Bajos).
En lo que concierne a la presentación latinoamericana, el mejor fue el brasileño Vinicius Rangel, con una destacada 9º plaza. Sin equipo, supo jugar sus fichas con el intenso ritmo de carrera y sobrevivir hasta el final para que su punta de velocidad le permitiese asegurar esa ubicación.
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