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viernes, 24 de mayo de 2019

Alberto Beltran Niño: Capo del doping del ciclismo internacional

El médico Alberto Beltrán Niño logró con sus cocteles químicos que alemanes y colombianos ganaran. Era el rey hasta que la Interpol lo agarró en Bogotá.

Por: Las2orillas.-

Una semana antes de que la policía de Madrid detuviera al médico Alberto Beltrán Niño en el aeropuerto de Barajas y le encontrara en su poder dos cajas de ampolletas de AICAR 250 mg y de TB-500, medicamento que convertiría a cualquier atleta mediocre en un campeón, su nombre iba a ser propuesto por COLDEPORTES (Colombia) para que ocupara el cargo de director antidopaje.

En ese lunes 5 de marzo de 2012 otros diez deportólogos y preparadores físicos eran detenidos por toda España. De nada le valió alegar que era un veterinario al servicio de un jeque en Dubai; Los medios reseñaron el cartel como el más importante de tráfico de fármacos de los últimos años. El capo era Beltrán Niño.

Médico de la Universidad Javeriana, con una especialización en Medicina Deportiva de los hospitales Salpetriere y Cochin de París, Beltrán, antes de cumplir los 30 años tenía una considerable y exclusiva clientela en el barrio San Patricio de Bogotá.

En 1989 formó parte del equipo médico del Comité Olímpico Colombiano y un año después ya trabajaba con el team Café de Colombia de ciclismo.

En las carreteras francesas, Beltran Niño fue testigo de cómo los ciclistas europeos se atiborraban de medicamentos. Allí conoció el EPO (Eritropoyetina), una droga que anulaba los efectos adversos que produce la altura y con la que Lance Armstrong ganó siete Tours de Francia consecutivos. Pedalistas como Carlos Betancur afirma que el declive del ciclismo colombiano en los años '90d se debió al abuso de estas sustancias dentro del pelotón.

Café de Colombia, golpeada por la crisis mundial del grano, dejó de patrocinar ciclismo en 1993. Beltrán, bien posicionado dentro del pelotón ciclístico, no tardó en conseguir equipo. Durante cinco años fue miembro de la escudería Selle Italia, comandada por Gianni Savio, hasta que en abril del 2001 la policía de Módena lo detuvo en un auto lleno de inyecciones de testosteronas, esteroides y corticoides. Alegó que esa droga iba destinada a sus clientes privados pero la policía lo siguió al hotel, hizo abrir tres habitaciones y descubrió que tres ciclistas del Selle se dopaban. La detención duró apenas unas semanas.


En el 2004 más de la mitad de los pedalistas que corrieron el Tour de Francia estaban dopados. Los efectos del Epo eran tan severos que, después de cada etapa, los ciclistas pasaban las noches desfogando energía sobre una bicicleta estática. Si no lo hacían la presión arterial podría jugarles una mala pasada y sobrevenirles un infarto.

El 2004 fue el año en el que murió el gran Marco Pantani en un hotel de Rimini, un balneario al norte de Italia, desilusionado de las condenas que habían llovido sobre él mientras Armstrong, en el fraude más escandaloso de la historia, se convertía en el hombre que no sólo había vencido un cáncer, sino en el más grande ganador en la historia del Tour. Fue en ese año en el que Beltrán fue el médico de los humildes equipos españoles Baqué y Café Kaiku.

Ricardo Serrano, un ciclista que no se había destacado en ninguna carrera, ocupó ese año el quinto lugar de la competición. Al final se descubrió que había dado positivo en el control anti-doping. La mano del médico colombiano se volvía a sentir.

Cuatro años después, mientras trabajaba para Seguros Liberty, cuatro corredores de ese equipo portugués dieron positivo por EPO en la Vuelta a Portugal del 2009. Nuno Ribeiro, quien resultara ganador de la competencia, sería despojado del título. Indignado el pedalista denunció a Beltrán diciendo que le había suministrado el medicamento sin su autorización.

Paralelo a esos años Beltrán vivía en Bahréin ayudándoles a los atletas de ese país a mejorar su rendimiento en los Juegos Olímpicos del 2008 con los cocteles anfetamínicos que hacía en su laboratorio. En Bahrein realizaba interminables fiestas a donde iban jeques y autoridades del deporte mundial. También visitaba Colombia cuando se corría la vuelta y ponía a volar, literalmente, a los ciclistas del equipo EPM-UNE.

Los rumores de que era el gran gurú del dopaje internacional se confirmaron en la operación Skype, iniciada por las autoridades españolas en septiembre del 2010 y que buscaba arrancar de raíz la maleza del dopaje. David Garcia, ciclista español del equipo Xacobeo Galicia, acusó a Beltrán de haberle vendido una sustancia llamada Retractit que le ayudó a aspirar el pódium de la Vuelta a España.

El negocio estaría lejos de terminar cuando estuvo un año en la cárcel especial de Soto del Real. Desde allí mandaba a Colombia a pedalistas como Marlon Pérez una sustancia ilegal llamada Aicar GW501516 que también le llegaban a deportistas en Alemania. Aprovechó su libertad condicional acordada para volarse a Colombia sin pasaporte. Tres años duró huyendo hasta que en junio pasado fue encontrado en un gimnasio de Bogotá. Ya no habían rastros del doping ni de la fortuna que lo acompañó mientras era el doctor doping.

Actualmente está detenido en Cali. La extradición a España en los próximos meses es inminente.

viernes, 3 de mayo de 2019

Fernando Gaviria y Peter Sagan: La rivalidad de amigos en el esprint


Primera etapa de la Vuelta a San Juan 2019. Dos amigos en el esprint, o eso parece. Gana Fernando Gaviria, el colombiano que pasa por ser el ciclista con mayor velocidad punta del planeta. Pero Fernando ya sabía que Peter Sagan no había atacado para ganar, sino para lanzar a su compañero en el BORA-hansgrohe, Sam Bennet, como volvió a hacer, al fin con éxito, en la última etapa.

Gaviria manejaba en esa primera etapa del año información confidencial: el tres veces campeón del mundo le había informado de que no iba a buscar el triunfo, así que cuando saltó Sagan, calculó mejor que nadie lo que debía hacer para evitar que Bennet rematara. Entre medias se mezcló el inesperado Matteo Malucelli (Caja Rural-RGA) y el compañero irlandés de Sagan completó el primer podio de esta edició de la carrera argentina.

Pero la mayoría de las veces la amistad queda aparcada durante el fragor del esprint. Sucedió en la cuarta etapa, también ganada por Gaviria, con peligro de caer por el ímpetu que le puso Sagan, segundo, que se le echó encima al colombiano. "En ese momento solo piensas en dar un pedalazo más. Peter y yo somos buenos amigos pero en el esprint no hay amigos, solo piensas en ganar".

"Ser amigo de Peter no es ningún inconveniente en carrera" nos dijo Fernando Gaviria en el hotel Del Bono. "Somos amigos, pero no compartimos equipo. No somos aliados, si me puede ganar, lo hará y si lo puedo hacer yo, no no lo dudaré un segundo. Nuestros intereses son diferentes". Otra cosa es que se vayan de vacaciones juntos, compartan algún entrenamiento -no muchos- en las rutas de Mónaco, donde ambos viven durante la temporada, y disfruten de cenas y sobremesas: "Compartimos una misma ideología que es disfrutar de la vida también siendo ciclistas y aprovechamos estos momentos para hablar de todo menos de ciclismo", confiesa el esprinter de la Ceja.

El clasicómano de Zilina, por su parte, certifica su amistad. "Empecé a hablar con Fernando hace dos años. De ciclismo y también fuera. Vivimos en Mónaco y a veves quedamos para tomar algo y es un placer", nos dice. Ambos comparten agente, el exprofesional Giovanni Lombardi.

También fue un placer la semana de vacaciones que pasaron Sagan y sus amigos en Medellín, con Gaviria de 'cicerone'. "Se tomó su tiempo y sus molestias para organizarlo y la verdad es que lo pasamos muy bien mis amigos y yo. Yo quería conocer Colombia y después de Medellín, fuimos a la playa, a Cartagena". No descarta pasar días entrenándose en altura en un futuro cercano.

En cuanto al elemento competitivo, Sagan coincide en que la amistad no influye. "El otro día hablábamos de abanicos, echando bromas en la etapa, pero a falta de tres kilómetros nos dijimos, 'oye que vamos a disputar la etapa". Y se enfrascaron en el esprint.

Los dos amigos separan por un momento sus caminos, uno va a a correr el Tour Colombia, con una etapa en la puerta de su casa en La Ceja, y el otro a preparar en Europa la temporada de clásicas. Se verán y pelearán en los 'monumentos' y también en el Tour, como el año pasado. "Dijimos que quien ganara etapa compraba una botella de champán. Al final compramos seis", recuerda Peter Sagan. (Fuente: MARCA)

martes, 16 de enero de 2018

Miguel Indurain Larraya: Un fenómeno de la naturaleza


Los resultados de una prueba de esfuerzo realizada a Miguel Indurain Larraya confirman --20 años después de su retirada--  la fisiología excepcional del ciclista navarro. 

Por Carlos Arribas.-

MADRID, España.- Partiendo la Vuelta de donde partió en agosto de 2012, de Pamplona, y de la forma como lo hizo, con una contrarreloj por equipos, es inevitable recordar a Miguel Indurain (Villava, al lado de la capital navarra; 16 de julio de 1964), el mejor ciclista de la historia en España.

Al paso de los conjuntos encascados, perfilados, aerodinámicos por la Estafeta, una pregunta surgiría también de modo inevitable: ¿qué papel haría el Indurain, 48 años y más de 90 kilos, con mucho menos kilómetros de bicicleta en las piernas que en su época activa, ya hace más de 15, en la primera etapa de la ronde española de 2012? 

No sería tanto una pregunta retórico-melancólica, de respuesta abierta a la imaginación, como una pregunta real con una respuesta real y estudiada.

“Más de 14 años después de su retirada, los valores absolutos de Indurain son superiores a los de bastantes corredores jóvenes que están actualmente en el pelotón”, dice Iñigo Mujika, un fisiólogo que sometió en 2010 a Indurain a una prueba completa de esfuerzo cuyos resultados, comparándolos con los de un estudio efectuado cuando su récord de la hora de 1994, acaba de publicar en el International Journal of Sports Physiology and Performance

Ya no podría resistir la Vuelta, pero sus valores son aún superiores a los de corredores en activo.

“El objetivo del estudio era comprobar el declive en la capacidad física de un gran campeón y compararlo con el de otros casos ya publicados. Y, aunque esa merma ha sido de entre un 12% y un 20% por decenio, superior al declive publicado en otros estudios con otros deportistas, que se cifra en un 10%, y que se han entrenado más después de abandonar el profesionalismo, los valores absolutos de Indurain son aún superiores a los de ciclistas en activo”. 

Sus valores son tan altos, podría añadirse, que permiten confirmar años después que los que tenía en su esplendor, entre 1991 y 1995, cuando ganó cinco veces el Tour y asombraba al mundo, eran los de un auténtico fenómeno de la naturaleza, el de alguien con una genética única. “Un caso casi único, como lo fueron Anquetil, Bahamontes o Hinault”, dice Pedro Celaya, fisiólogo que ha trabajado con Armstrong; “un fenómeno”. 

Cuando Sabino Padilla, su fisiólogo en el Banesto, y Mujika le sometieron a un profundo estudio para calibrar sus posibilidades de batir el récord de la hora en el velódromo de Burdeos, en el verano de 1994 (lo consiguió: 53,040 kilómetros), Indurain tenía 30 años, medía 1,88 metros, pesaba 81 kilos y... 24.000 kilómetros en las piernas esa temporada (acababa de ganar su cuarto Tour y había corrido también el Giro). Entonces, su consumo máximo de oxígeno (el parámetro que indica la capacidad física de una persona, la que marca el límite a su rendimiento) era elevadísimo, de 79 mililitros por kilo y minuto; su producción de vatios máxima era de 572 (7,1 por kilo) y en el umbral láctico (momento a partir del cual no se puede sostener el esfuerzo durante más de unos minutos) era de 505 (6,23 por kilo). Su corazón en ese momento, el del umbral, latía a 183 pulsaciones por minuto. 

Cálculos posteriores a la luz de lo realizado en el récord permitieron a Padilla y Mujika establecer que los vatios que necesitó producir Indurain para recorrer 53,040 kilómetros en una hora fueron 510. Muchos especialistas, comparándolos con los de otros recordmen, como Merckx (380), Rominger (456) o Boardman (462), enarcaron entonces las cejas, escépticos, dejando de lado que el cociente peso-potencia perjudicaba a Indurain (6,29 vatios/kilo) frente a Rominger (7 vatios/kilo) o Boardman (6,7 vatios/kilo). Los mejores ciclistas de la actualidad, estudiados en sus ascensiones en las grandes vueltas, arrojan vatios de este calibre: 6,73 vatios/kilo Contador en la media hora de Verbier, cuando ganó el Tour de 2009; 6,33 Cobo en el Angliru de 2011; 6,16 Froome y Menchov el mismo día: 6,29 Wiggins en el pasado Tour; 6,36 Sastre en el Vesubio… 

Los datos de la prueba de esfuerzo efectuada en 2010 por Mujika sirven para ratificar, sin embargo, el increíble potencial natural de Indurain. Cuando se sometió al estudio, pesaba 92,2 kilos, tenía 46 años y solo había recorrido en bicicleta ese año, y de manera discontinua, unos 8.000 kilómetros. Pese a todo, su consumo de oxígeno máximo era de 57,4 mililitros por kilo y por minuto; sus vatios máximos, de 450, y en el umbral, de 369 (4 vatios/kilo), y con un corazón latiendo a 170 pulsaciones por minuto. 

“Son valores que se encuentran en ciclistas de ahora, que cuentan a su favor con la juventud”, dice Celaya; “sin embargo, Indurain no podría aguantar hoy una Vuelta, ni aun bajando de peso, pues juega en su contra la vejez, un proceso irreversible que influye en su capacidad de producción hormonal, en la calidad muscular, en la calidad de los receptores… En suma, afecta negativamente a su capacidad de recuperación, el parámetro básico del ciclismo. (Fuente: EL PAÍS).

domingo, 19 de marzo de 2017

Sergio Luis Henao resulta campeón de la París-Niza 2017

MEDELLIN, Colombia.- El ciclista colombiano Sergio Luis Henao Montoya, ganador en los Nacionales de Ruta, venció por dos segundos al español Alberto Contador Velasco.



Sergio Luis Henao es el nuevo campeón de la París-Niza. El sábado asumió el liderato y este domingo no soltó la camiseta amarilla. Un nuevo título en el 2017 para el ganador en los recientes Campeonatos Nacionales de Ruta.

El colombiano del Sky terminó la carrera francesa con 29 horas, 50 minutos y 29 segundos, a dos segundos del español Alberto Contador y 30 del irlandés Daniel Martin. El antioqueño aguantó el ataque sin tregua de Contador que, lanzado en busca del triunfo final, fue líder virtual durante muchos minutos.


La última etapa, de sólo 115 kilómetros, con salida y llegada en Niza, presentaba cinco puertos en su trayecto. El último, el Col d'Èze, de primera categoría (7,7 km con un desnivel medio del 5,7 por ciento), a 15 km de la meta.


Era un escenario conocido para Contador, que el año pasado se vio en una situación parecida, cuando afrontó la última etapa a 15 segundos de otro corredor del Sky, Geraint Thomas, y acabó perdiendo frente al británico por sólo cuatro segundos.

Cuando se habían cubierto los primeros 25 kilómetros se había formado una escapada numerosa, de 24 corredores, ninguno de ellos peligroso para los primeros de la general. El Sky de Sergio Henao y sobre todo el Trek Segafredo de Contador controlaban la punta del pelotón.

El corredor de Pinto, ganador de la carrera en 2007 y 2010, pidió a sus compañeros una marcha más al frente del grupo y la diferencia de los fugados, que llegó a alcanzar los tres minutos, fue cayendo rápidamente. A 57 km de la llegada era de 1:36.

Jarlinson Pantano, que este sábado dinamitó el grupo delantero con un tirón brutal que fulminó al entonces líder, el francés Julien Alaphilippe, también ejerció de lanzadera decisiva en esta última etapa. Con 50 km por delante puso en guardia a los favoritos: Henao, Dan Martin, el ruso Ilnur Zakarin y el español Ion Izagirre (Bahrain Merida), aceptaron el desafío.

http://www.elespectador.com

jueves, 21 de abril de 2016

Italiano Ricardo Riccò estuvo a punto de morir (9/02/2011)


El ciclista italiano "se salvó por los pelos" en un hospital tras practicarse una autotransfusión sanguínea casera. Sufrió una insuficiencia renal y una embolia pulmonar y se arriesga a una sanción perpetua.

Por Carlos Arribas.-


MADRID, España.- El 11 de enero, Riccardo Riccò, uno de los ciclistas más espectaculares que se conoce, declaró que en mayo volvería al Giro, que volvería para ganarlo, que volvería para demostrar que sin dopaje es igual de bueno.

Menos de un mes después, al alba del 6 de febrero, el domingo pasado, Riccò, de 27 años, ingresaba de urgencia en un hospital de Pavullo, ciudad vecina a Módena, en el corazón de los Apeninos. "Salió a entrenarse esa tarde y ya se quejaba antes de hacerlo", explicó a los médicos y la prensa su padre, Rubino, "y volvió con fiebre y dolores abdominales. Como por la noche siguió subiéndole la fiebre, hasta 41 grados, le llevé al hospital". El médico de urgencias de Pavullo lo vio tan grave -"crítico", declaró- que le envió a su vez a un hospital recién inaugurado en Módena que cuenta con unidad de reanimación. "Sufría un fallo renal y una embolia pulmonar", añadió el padre; "se salvó por los pelos".

Al médico de guardia de Pavullo le había confesado Riccò que la causa de su mal era probablemente una bolsa de sangre que la tarde anterior se había reinfundido él mismo en su casa. "Me la saqué yo mismo también hace 25 días y la tenía en la nevera. Me la inyecté en presencia de mi esposa", le dijo: "seguramente estaba en mal estado".

Esto se sabe porque así se lo dijo el mismo médico a la fiscalía de Módena, en la que enseguida había puesto una denuncia. Así lo confirmó ayer el fiscal de la ciudad del vinagre y el Ferrari, quien espera el momento mejor para interrogar al corredor.

Como mostró en 2006 la Operación Puerto, las autotransfusiones sanguíneas, indetectables en los controles, son el método de dopaje más usado en deportes de resistencia. Ahora, la Operación Galgo muestra cómo las autotransfusiones se practican sin control médico.

Según la ley antidopaje italiana, Riccò, que sigue hospitalizado -el último parte médico mantiene un pronóstico reservado-, podría ser condenado a una pena de cárcel de hasta tres años. Según las leyes deportivas -el CONI le abrió expediente disciplinario por dopaje-, Riccò, que tenía previsto correr a partir de hoy el Tour del Mediterráneo con su equipo, el Vacansoleil, de Holanda, podría ser sancionado a perpetuidad al tratarse de su segundo caso de dopaje: en abril de 2010 regresó al ciclismo tras cumplir una sanción de 20 meses por un positivo por EPO-Cera en el Tour de 2008, en el que había asombrado ganando espectacularmente dos etapas de montaña. Un par de meses antes, Riccò, escalador ligero y explosivo, un Marco Pantani redivivo, había sido el rival más duro de Alberto Contador en el Giro, que terminó segundo tras el de Pinto.

Después de un 2010 en el purgatorio e inevitablemente marcado por más escándalos -el positivo por EPO de su novia, Vania Rossi, también ciclista y madre de su hijo, al que puso Alberto en honor de Contador-, Riccò reaccionó abandonando el hogar, huyendo a Sicilia. También fue detenido e imputado su cuñado, el también ciclista Enrico Rossi, implicado en una trama de dopaje.

Arrepentido formalmente, Riccò había logrado la absolución de los organizadores, que, esclavos de las apariencias, le habían garantizado una plaza en el Giro y el Tour siempre que se aviniera a un cambio de imagen. De rehacer su virginidad se iba a encargar Aldo Sassi, el preparador que rehabilitó a Ivan Basso. Apenas pudo, sin embargo, trabajar con Sassi, muerto de cáncer en diciembre.

lunes, 7 de septiembre de 2015

Lieja-Bastoña-Lieja 2015: Los placeres de Alejandro Valverde


El líder del Movistar logra su tercera Decana con un control absoluto en el último kilómetro.


Por Carlos Arribas.-

MADRID, España.- La primavera de las grandes clásicas, de los monumentos, anunciaba las primicias de los tiempos nuevos. De los podios desaparecían los nombres de siempre, qué se hizo de Cancellara o de Boonen, heridos y en segundo plano, y brillaban jóvenes como Kristoff o Degenkolb.

Es la glaciación del ciclismo, exclamaban las voces ansiosas de novedades. Así pasó Flandes. Así comenzaron las Ardenas, con Kwiatkowski, joven Polanco, enseñando el arcoíris de su pecho, y Alaphilippe, jovencísimo francés, mostrando agresividad, fuerza y ambición.

Se acabaron los viejos, continuaban diciendo los publicistas, ya no quedan dinosaurios en la tierra, y los que quedan se han hecho modernos y llevan barba. La historia, sin embargo, los cambios de eras, no son un corte nítido y claro, porque siempre hay un Valverde por ahí para romper los esquemas.

Alejandro Valverde tiene 35 años y corre, por fin, como lo hacía cuando juvenil o amateur, cuando era el Imbatido y sabía manejar desde la superioridad de sus piernas y la claridad de ideas todas las situaciones. Como si la bruma que entorpecía sus movimientos o le generaba un miedo insondable llegados los grandes momentos (finales de Mundiales, etapas clave del Tour, finales de clásicas) los últimos años hubiera desaparecido con los vientos belgas, el murciano ganó el miércoles con frialdad la Flecha Valona, el aperitivo del último Monumento de primavera, la Lieja-Bastogne-Lieja, que, con una lucidez táctica inesperada en el último kilómetro, también ganó el domingo.

Lanzó el sprint pasada la última curva, a 200 metros, y nadie pudo remontarle. Segundo, como el miércoles, fue Julian Alaphilippe; tercero, su tercer podido al final de la cuesta de Ans, fue Purito Rodríguez, quien a los 35 años está sacando los últimos brillos a su carrera.

Fue su tercera victoria en la Decana (fundada en 1892, la Lieja ha celebrado su 102° edición en 2015), después de las conseguidas en 2006 y 2008. Ya es una más que Bernard Hinault, quien se quedó en dos, y está a un largo de Moreno Argentin y a dos victorias del recordman de casi todas las carreras, Eddy Merckx.

“Sí, segundo en la Amstel, primero en la Flecha, primero en la Lieja, estoy muy contento”, dijo Valverde, el único español capaz de ganar alguna vez en Lieja.

“Lluvia, lluvia, queremos lluvia”, decía la víspera el Tiburón Nibali, como los niños pidiendo flan de postre. Llovió, pero solo al final, cuando ya los destacados entraban midiéndose en los gestos y en las miradas por los arrabales proletarios de Lieja, los barrios de los emigrantes mineros y los metalúrgicos.

Y cuando empezó a llover, lluvia que configuró luego en los rostros de los corredores la marca de barro del sufrimiento y el ciclismo, Nibali se descolgó, y a su rueda, o junto a él, también Kwiatkowski. Eran las víctimas de la estrategia atacante y agresiva de sus equipos, el Astana y el Etixx, y del Katusha de Purito; eran los comienzos de la última subida de los españoles.

Llovió ya cuando Valverde estaba lanzado y cuando todos sus rivales de toda la vida, los históricos, estaban derrotados. De Philippe Gilbert, el belga que nació al pie de La Redoute, y ganó en Lieja en 2011 la cuesta mágica del bosque de las Ardenas, se había encargado la caída que sufrió el miércoles en la Flecha.

De Daniel Martin (ganador en 2013, tercero Valverde) y de Simón Gerrans (primero en 2014, segundo Valverde) se encargó una gran caída cuando los corredores tomaban posiciones al pie de la estrecha Redoute en la que también resultaron tocados Nairo Quintana, Nicholas Roche (primo de Dan Martin) y, ligeramente, Nibali.

De las fuerzas y de la capacidad de discernimiento de la docena de corredores que recorrieron juntos los últimos kilómetros, se encargó la dureza de un recorrido, 10 cuestas más la subida final, 253 kilómetros, que les robaron seis horas y cuarto de vida.

Bajo el triángulo rojo del último kilómetros atacó Dani Moreno, el lanzador de Purito. Fue un momento crítico.

“Todos me controlaban a mí porque yo era el gran favorito”, dijo Valverde, a cuya rueda, Purito, ansioso, esperaba.

“Pero sabía lo que tenía que hacer. Nadie cerraba el hueco a Moreno, y yo arranqué a 600 metros, graduando mis fuerzas para no quedarme sin una bala para el final”.

Ese era el momento que esperaba Purito, quien debería remacharle para culminar la jugada. Lo que no consiguió.

“Es casi imposible ganarle a Valverde al sprint”, dijo el ciclista catalán, quien solo pudo asistir, un día más, al placer de Valverde.

“Ha corrido, además, de una manera muy inteligente: Nos ha llevado exactamente al lugar al que quería y donde sabía que íbamos a atacar. Para mí, este tercer puesto es una decepción. Veo la botella no medio vacía, sino totalmente vacía: ¡Creía que podía ganar” Es la carrera que más amo, y una vez más he dejado para la ocasión”. (EL PAÍS / CICLISMO / Lunes 27 de Abril 2015).

lunes, 17 de agosto de 2015

Montecci: Una bicicleta que ha surgido para vencer

Montando sus bicis Montecci-ACT, los capitalinos Moisés Selman y Michael Santana, ambos del Aero Cycling Team, conquistaron los títulos de campeones Sub-21 y Juvenil de la Vuelta Ciclista Nacional de la Juventud 2015. Detrás de Concunito está Jesús Féliz (INTEJA), quien también conduce una Montecci.

Por R. Martín Olivo.-

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Las marcas de las bicicletas logran un lugar de importancia y significado cuando los ciclistas que las montan logran conquistar el máximo sitial en las competencias de envergadura en las que accionan.

La bicicleta Montecci, de fabricación prácticamente dominicana, no escapa a esta circunstancia, ya que ha logrado brillar entre los primeros lugares en competencias de un día, clásicos, copas y vueltas como la de la Juventud que se disputó recientemente en la provincia Duarte (San Francisco de Macorís).

Pero no ha sido este año –con los triunfos de Moisés Selman Ramia y Michael Santana-- que la bici fabricada por el villajuanero, residente en Nueva York, Henry Gustavo Francisco, ha descollado, sino desde los primeros años en que salió a la luz este caballito de dos ruedas con sonido mediterráneo.

La Montecci, bicicleta oficial de la escudería dominicana Aero Cycling Team (A.C.T.), viene desde hace varios años “sonando” en los podios en países del Norte como de Sudamérica, así no lo hace saber vía Facebook, Henry Francisco.

Ganadores sobre Montecci

Entre los ciclistas destacados sobre la bici criolla se encuentran, además de Selman Ramia y Concunito Santana (ambos del ACT y ganadores de las categorías Sub-21 y Juvenil de la Vuelta Ciclista Nacional a la Juventud), también figuran los campeones nacionales de ruta Norlandy Taveras (Élite) y Enmanuel Fernández (Sub-23), también del ACT.
Concunito Santana y El Sicópata rodando sobre sus respectivas Montecci..

En el Campeonato Nacional de Ruta corrido en la Circunvalación de Santo Domingo (toboganes y repechos), el sanjuanero Noilo Taveras --empleando el prototipo Montecci-ACT-- se impuso al esprint al otrora dos veces campeón nacional de ruta. el ibérico-español Diego Milán (Inteja-MMR).

Mientras que sobre su caballito de carbono, el capitalino Enmanuel –Patico—Fernández hacía lo propio en la Sub-23 (menores de 23 años). Actualmente Fernández refuerza un equipo extranjero en el Tour de Guyane 2015.

En este significativo certamen, la bicicleta Montecci logró algo muy trascendental al conquistar dos títulos de campeona nacional y más tarde lograría el doblete con Selman Ramia y Concunito Santana en San Francisco de Macorís.

Recientemente el vegano Nelson Ismael Sánchez conquistó una etapa y la clasificación general individual del Clásico Internacional Coquí Dorado, disputado en Cayei, Puerto Rico.

Vale decir que el campeón de la Vuelta Ciclista Independencia Nacional 2013, estuvo marchando sobre una Montecci en la isla borinqueña.

Otros “amontecciado” que logró descollar este año en Puerto Rico, lo es el mocano Anthony Rodríguez (A.C.T.) quien se impuso al esprint a su compueblano Yordalis Hernández (Asocipe), quien también estaba fraguando la carrera en una Montecci.

El barahonero Augusto Sánchez Berigüete, ganador de la ronda patriótica 2010, y el capitalino Rafael Germán Merán, ambos del ACT, fueron de los criollos que sobre su bici blanca con rallas azules y verdes lograron hacer podio en Cayei.

Prestaciones de la Montecci de acuerdo a algunos usuarios

Sobre las cualidades de la bicicleta Montecci, hemos hablando con Moisés Selman Ramía, campeón de la Vuelta de la Juventud 2015, y Marcos Antonio Olivo Valenzuela, ganador juvenil del Clásico Nacional Marino García (Escalada a Resolí) 2012 y del Clásico Internacional Bernardino Mass (Ponce, Puerto Rico).

Selman Ramia, entrevistado por un suscripto en el Mirador Sur, destaca la rigidez y maniobrabilidad de su Montecci blanca con rayitas azules y verdes.

“Además de que es una bici que puede soportar terrenos muy malos, es muy cómoda y liviana para las escaladas”, sostuvo el hijo del doctor Antonio Selman y la señora Maribel Ramia.

Y no es para menos, porque Moisés tuvo que sortear todo tipo de terrenos (un tramo de tierra, rampas inclinadas a un alto porcentaje y los toboganes tipo "montaña rusa" de la segunda etapa de la Juventud).

Con su Montecci, Selman Ramia conquistó etapas, la clasificación general individual overall, el título Sub-21 y la clasificación de la montaña.
Marcos A. Olivo Valenzuela (Fénix-Universal-Montecci) cuando ganaba al esprint la categoría juvenil del 53° Clásico Internacional Bernardino Mass 2012, en La Guancha, Ponce, Puerto Rico. Al año siguiente (2013), y empleando su nueva Montecci, Katonio conquistaría el título de campeón de metas volantes de ese certamen borinqueño.

En tanto, Katonio Olivo Valenzuela coincide en ambos aspectos con Moisés y recuerda que en su primera Montecci ganó dos carreras con terrenos muy dispares, es decir, plano y montañoso.
Marcos Olivo Valenzuela comprobó la "comodidad" de su nueva Montecci al realizar las dos rutas Santo Domingo-Punta Cana y Punta Cana-Santo Domingo con miras a su particiapción en la Vuelta Independencia Nacional 2015.

“Pese a tener un poquito alto el sillín --cosa que no me enteré hasta que me vieron en un video en una Pre-Vuelta Independencia--, subí bien en el Memorial Marino García que terminó en las antenas del Fuerte Resolí”, sostuvo.
Eriberto Peña Hernández (Pitrinchi) con su Montecci-ACT.

El bonaense Eriberto Peña Hernández, mejor conocido como Pitrinchi, destaca que la bicicleta es “super cómoda”. Señala que en su Montecci-ACT "puedes hacer entrenamientos largos y no llegas estropeado".

Peña, conocido por ser uno de los ciclistas que más fuerza le aplica a la bicicleta, destaca que el desplazamiento sobre la misma es muy seguro.

En entrevista realizada vía whatsap, el lugarteniente de los capitanes Augusto Sánchez Berigüete y Norlandy Taveras, resalta que su bicicleta soporta los terrenos fuertes y los bruscos esfuerzos que todo humano pueda aplicarle.
Jorge --Pillín-- Cordero lamenta que la Montecci no existiera en sus años mozos.

De igual forma, el petromacorisano y excelente escalador Jorge Cordero (Pillín) coincide con  Peña Hernández al revelar que si en sus tiempos de ciclistas élite y juvenil hubiese contado con una Montecci, los triunfos hubiesen sido muchos más.

"Solo te puedo decir que es una de las bicis más cómodas que he montado en toda mi vida. Lamento que no alla existido en mis años mozos como ciclista", confiesa el campeón de montañas de una Vuelta Independencia Nacional.


Henry Gustavo Francisco en una de sus bicicletas de ruta Montecci.

Más sobre Henry Francisco y Montecci (Tomado de El Diario Libre)

De sus sueños infantiles en su bicicleta BMX en la Ciudad Colonial, Gustavo Enrique Francisco pasó a una dura realidad de adulto en Nueva York, cuando emigró con su hermana y su madre en 1993. Nada era igual y nunca lo fue, pero los sueños siempre regresan, y con un esfuerzo pueden hacerse realidad.

“Cuando niño era una aventura, luego un hobby y ahora es una pasión”, así define Gustavo, mejor conocido como Henry, su vinculación al ciclismo, pasión que lo llevó a crear su propia marca de bicicletas en el 2009: Montecci, una marca que ya es reconocida en Nueva York y cruza fronteras a México y Canadá.

P: ¿De dónde surge la idea de fabricar bicicletas personalizadas?

R: Surge de la necesidad de llevar bicis con calidad a precios justos. Las grandes empresas conocidas gastan muchos recursos en mercadeo y en la imagen de sus marcas. Equipos famosos son patrocinados por estas empresas, quienes cobran a los consumidores ese gasto. Nuestra compañía compite en calidad, pero sin el gasto de imagen que incurren estas empresas. Así que la idea de hacer la bici fue abaratar el precio y traer calidad.

P: ¿Qué dificultades enfrentaste para hacer este proyecto realidad?

R: Muchísimas. Dinero, inexperiencia, miedo. Muchos establecimientos que veían nuestras bicis como un invento que no duraría mucho. Existe un propietario de una tienda que hablaba mal de nuestra bici, un día lo encontré diciéndole a una cliente que nuestros cuadros eran fabricados en un patio y yo escuche esto. Él nunca se fijó que yo estaba ahí. Un día le dije lo que pasó y saqué mis cuadros de ahí y le advertí que llenaría el estacionamiento de su tienda con mis bicis. Pues el verano pasado me reclamó que su estacionamiento estaba lleno de mis bicis.
Fernando Pellerano Morilla (izquierda) y Húascar Pérez (derecha) premia a los ganadores juveniles del Clásico Memorial Marino García (Escalada al Fuerte Resolí) Marcos A. Olivo Valenzuela (centro), montando una Montecci, resultó campeón de esa división siendo escoltado por el romanense Carlos Medina y el petromacorisano Astacio.

P: Fijándote en el inicio del negocio al día de hoy ¿Qué tanto ha avanzado tu negocio?

R:Muchísimo. Comenzamos en 2009 a vender bicis, pero todo el 2008 fue de preparación, vacilando y buscando consejos. Comenzamos con seis cuadros y siete bicis plegables. Hoy tenemos dos almacenes de bicis plegables y unos treinta y cinco cuadros en inventario.

P: ¿Cuáles son tus planes a futuro? ¿Piensas llevar a Montecci fuera de las fronteras de los Estados Unidos?

R: Ya comenzamos nuestro proyecto en Toronto, Canadá. Hemos presentado las bicis en Guadalajara y también en San Martín y Guadalupe. Todavía tenemos que expandirnos a la zona sur de Estados Unidos, Virginia y Washington; y luego a la zona Oeste, específicamente en San Francisco.
Marcos Olivo Valenzuela cuando se dirigía victorioso al Fuerte Resolí.

P: ¿Qué diferencia la bicicleta Montecci de las demás bicis del mercado?

R: Sinceramente: precio. Cada bici tiene sus elementos que la diferencian de otras, pero al final son las mismas bicicletas con personalidades diversas y componentes que varían en cuanto a precios. Puedes tomar las piezas de una Cannondale y ponérselas a Montecci y será una bicicleta con el mismo valor.
El barahonero Augusto Sánchez Beriguete (Aro & Pedal-Inteja) compitiendo sobre una Montecci.


P: Además de bicicletas plegables, ¿venden otros tipos de bicicletas?

R: Hemos desarrollado bicicletas profesionales de carreras. En La Vuelta Independencia, evento de gala del ciclismo nacional, tenemos varios pedalistas con Montecci. También hacemos aros profesionales, tubos, parrillas, guardalodos y bicicletas de contrarreloj. Estamos desarrollando bicicletas para la montaña en aros veintinueve.
La Montecci cambió la tipografía de su marca.

p: ¿Tiene algún significado el nombre de Montecci?

R: Es un pequeño pueblo en Italia, cerca de Siena, en Toscana. Allá estuve un tiempo y en esos viajes en bici hacía paradas para descansar en Santa Andrea Di Montechio. Cuando me surgió la idea de las bicis no pensé dos veces en ponerle este nombre.
DOS MODELOS MONTECCI: Marcos Olivo Valenzuela y el colombiano Cristian Torres, del team Aro & Pedal-FÉNIX, posan en el Mirador Sur con sus respectivas bicicletas. El ciclista sudamericano se ubicó segundo al esprint en la última etapa de la Vuelta Independencia Nacional 2015.

p: ¿Qué tipo de trabajos tuviste antes de iniciar el negocio?

R: ¿De verdad que quieres saber? Trabajé como instalador de cable, fui vendedor de cigarrillos, promotor de eventos, vendía bebidas energizantes, tenía una tienda de T-shirts, camarógrafo, fotógrafo de cumpleaños; vendía carteras en la calle y en mercados de pulgas, trabajé electricidad y promovía artistas. También era escritor: por años escribí un blog llamado Washington Heights y también fui presentador de televisión. De verdad que no me creerías las cosas que he hecho para vivir dignamente. Mi madre nos enseñó a trabajar en una heladería en Villa Juana desde jóvenes, a mi hermana y a mí.
La Montecci tiene buenas cualidades para escalar montañas.

p: ¿Tienes socios o eres tú solo?

R: No tengo socios, mis socios son todos los propietarios de tiendas que venden nuestras bicis, que han creído en nosotros y promueven las bicis tal y como promoverían una marca internacional. Mi mano derecha es Ramphy Colomé, él y yo hacemos todo lo que tiene que ver con las operaciones de la empresa y un amigo llamado Daniel que me regalo un vehículo para transportar las bicicletas a las tiendas.
Esta Montecci, con un verde super deslumbrante, ha causado furor entre los aficionados.