El ex ciclista español Oscar Freire cuestionó duramente a la protesta multitudinaria en Bilbao de manifestantes pro-Palestina que obligó a la neutralización de tiempos a tres kilómetros del final.
Verona no quiere que la política entre al ciclismo
Otro de los que se expresó fue Carlos Verona, ciclista de Lidl-Trek. “Cuando te dicen a falta de 15 kilómetros que no se va a terminar la etapa, pues bueno, es una pena, sobre todo después de haber estado todo el día trabajando y viendo tanta gente en carretera, pero bueno, la seguridad es lo primero”, arrancó. “Esperemos que a quien le corresponda dentro de la UCI tome medidas para que esto no se vuelva a repetir”, añadió, en referencia al órgano que rige el ciclismo mundial que ayer publicó un comunicado,
“Tenemos que intentar mantener el deporte alejado de la política, porque creo que la mayoría de los que estamos aquí no hemos venido a hablar de política ni a meternos en esos temas, lo que queremos es disfrutar con el deporte, dar nuestro 100% y hacer de este [mundo] un lugar mejor”. “Entiendo que cuando hay cuestiones políticas de por medio esto no siempre es posible y haya gente que proteste”, continuó; “pero bueno, esperemos que esto no se repita más y que si la gente se quiere manifestar, que está en todo su derecho, que lo haga de una manera pacífica y sin comprometer la integridad de los que estamos aquí”.
Inmediatamente los comentarios de Verona generaron indignación en redes sociales. Sobre todo, su comentario de que hay que “intentar mantener el deporte alejado de la política”. Difícilmente se lo pueda mantener alejado cuando un equipo se denomina “Israel” y su propietario lo usa como simple herramienta para su ambición personal de realizar una acción de “sportwashing” a dicho país, cuyas acciones generaron 60.000 muertes en Gaza. Lo mismo se puede decir de UAE, cuyo estado es acusado de realizar un genocidio en Sudán.
El comunicado de los manifestantes
En oposición a Freire y Verona, los manifestantes destacaron la acción. Después de todo lograron el cometido, más allá que sea debatible la forma en que lo hicieron: que se ponga en tela de juicio la participación de Premier Tech en el ciclismo, tal como ocurrió con Gazprom hace tres años atrás.
“Los ciclistas con las reuniones previas a la etapa, los aficionados con sus símbolos por doquier, los representantes institucionales con sus declaraciones… son conscientes de que el equipo Israel no es bienvenido y lo ocurrido en la etapa de hoy demuestra claramente que el ‘sportwashing’ no es el camino”, señaló el colectivo Gernika-Palestina en un comunicado. Tras lo cual, insistieron que “el objetivo era y sigue siendo único: excluir a Israel Premier Tech de la Vuelta y excluir de todas las competiciones deportivas a todos los equipos israelíes, embajadores del apartheid y el genocidio”.
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