Por Mario Vargas.-
Unas semanas después de la expulsión de Michael Schär del Tour de Flandes por arrojar un bidón al público, pero en una zona no autorizada para dicha acción según las nuevas normas impuestas por la UCI, una nueva voz da su opinión al respecto y de otras disposiciones que ha hecho el ente regulador del ciclismo de ruta.
George Bennett (Jumbo-Visma), en una entrevista con Velonews, ha sentado su posición recordando los momentos en los que él ha recibido y regalado este obsequio que es tan tradicional dentro de la cultura de este deporte.
“Hay dos experiencias formativas en las que he sido parte con la participación de una botella”, dijo. “Una fue cuando viajé por primera vez al extranjero como ciclista de Mountain Bike para participar en los Campeonatos del Mundo [en 2008], y Christoph Sauser estaba en camino de ganarlos en Val di Sole y me tiró su botella. Todavía tengo esa botella, una roja Specialized, en mi casa. Yo estaba como ‘wow, esto es increíble’. Esta fue la primera botella que obtuve y eso me enganchó a Europa. Yo estaba como, ¿Qué tan genial es esto?”.
“Y luego, el segundo fue cuando le di este bidón al niño español. Ahora este chico viene a todas las carreras de España y espera fuera del autobús con sus compañeros del equipo ciclista Stefano Garzelli. Todos siguen el ciclismo porque estaban muy emocionados de que este chico estuviera corriendo, consiguió esta botella y fue su año. Ahora le encanta venir a las carreras de bicicletas y seguirlas. Y pensar que te echarían de una carrera por hacer eso”, dijo Bennett cuyo vídeo ha sido compartido masivamente en redes sociales desde que se publicó la norma.
Los casos de Schär, Kyle Murphy, también expulsado por dejar caer accidentalmente una envoltura de gel durante el GP Indurain y Letizia Borghesi -expulsada del Tour de Flandes femenino y multada con una sanción de un valor económico mayor al premio de la ganadora- han generado bastante malestar en los ciclistas, que ya obligaron a la CPA a realizar una reunión para negociar el fallo la próxima semana según Bici.Pro.
De esta forma, el ciclista ‘kiwi’ da su posición al respecto: “La expulsión de una carrera está reservada para el peor tipo de comportamiento, literalmente podemos orinar en medio de una ciudad, una ofensa con pena de cárcel, y pagar unos cientos de euros, o podemos darle una botella a un niño pequeño y ser expulsados de la carrera”.
Los problemas que le acarrean su maillot distintivo
Además, el ciclista del Jumbo-Visma tiene una rencilla personal con la UCI debido a la modificación que tuvo que hacer de su camiseta de campeón nacional. George tuvo que invertir los colores del diseño original para evitar ser confundido con el uniforme de la selección nacional kiwi, pero el resultado final ha sido contraproducente.
“Es una camiseta hermosa, y obviamente hubo un poco de furor en torno a todos los cambios de diseño”, dijo Bennett. “Pero la verdadera repercusión es que ahora me veo exactamente como el Team Qhubeka-ASSOS. Y el hecho de que nadie pueda decir quién soy significa que me están cortando de izquierda a derecha y en el centro del pelotón en este momento. La gente no me deja ponerme al volante de mis propios compañeros de equipo. En París-Niza acabé poniéndome un casco amarillo porque me presionaban demasiado. Así es como me caí“, relató el pedalista neozelandés.
Finalmente, George Bennett dijo que la UCI debería ocuparse de los verdaderos problemas del ciclismo como la seguridad de los ciclistas, el dopaje y el acoso sexual en los equipos femeninos. “Es un doble rasero cuando tienes a la UCI comportándose como vaqueros absolutos. Todo lo que parece importarles son las franjas de campeón del mundo en un enterito y los patrones de color en una camiseta nacional. ¿Por qué no centrarse en las líneas de meta, la seguridad de los ciclistas, el antidopaje y los gerentes de los equipos femeninos donde hay casos de acoso sexual, cosas que son problemas reales?”, completó el corredor de 31 años.
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