Renaud Lavillenie no pudo revalidar su título olímpico de salto con pértiga. El francés fue plata en Río, por detrás precisamente del brasileño Thiago Braz Da Silva. A lo largo del concurso, el público local animó sin parar a su atleta, pero también le dedicó abucheos a su principal rival en la final.
El campeón de Londres 2012 no se tomó nada bien los pitos recibidos: “Entiendo que apoyen a Thiago, pero no esa falta total de respeto hacia sus adversarios. Pueden no apoyarnos e ignorarnos, pero esto es un insulto. Que se queden en casa delante de la televisión y dejen venir al estadio a la gente que tiene ganas de ver deporte”.
Su entrenador, Philippe D’Encausse, compartía esta misma sensación: “Cuando te abuchean mientras practicas tu deporte… Es frustrante, decepcionante ver algo así en unos Juegos Olímpicos. No hay ningún fair play por parte del público. Si no hubiera pasado esto, la competición habría sido increíble”.
“Es algo que perturba mucho. Uno siente la maldad del público contra sí. Este es un deporte en el que nunca se ve algo así. Es feo que pase esto en los Juegos. No creo que hubiera pasado lo mismo en Francia. En todos los campeonatos en los que he estado, incluso si me enfrentaba con el atleta local, el público nunca pitaba a sus oponentes. Es increíble. Esto no es fútbol. Los Juegos Olímpicos son un gran momento en la carrera de un atleta, no pasa todos los años. El público ha arruinado la experiencia olímpica de algunos atletas”, añadió un Llavillenie muy enfadado tras la final.
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