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miércoles, 7 de octubre de 2015

Dallas Keuchell, con tres días de descanso, da triunfo a Astros de Houston y elimina a Yankees de Nueva York; Carlos Gómez se luce


Por Horacio Nolasco.-

En el béisbol hay una gran diferencia entre “serie regular” y los “play-off”, donde las cosas cambian completamente.

Jamás, ni en sueños, usted verá en una temporada de 162 partidos un lanzador abridor tirar con tres días de descanso o con menos como lo hizo Madinson Bumgarner en la Serie Mundial del año pasado. Igual hicieron Randy Jhonson y Curt Schilling, quienes se echaron encima el equipo de Arizona en la Serie Mundial del 2001, en el único campeonato conseguido por esa novena.

Dallas Keuchel se puso los pantalones anoche, lanzando con tres días de descanso, ampliando su cadena de ceros en la temporada frente a los Yankees y logrando la victoria para los Astros, quienes avanzaron a la serie divisional para enfrentar a los Campeones de la Liga Americana, los Reales de Kansas City.

En estas instancias no hay ñoñerías con el conteo de lanzamientos ni nada que se parezca, por eso Washington pagó el precio cuando no quiso dejar lanzar a Sthepen Strasburg para conservar su brazo, perdiendo la posibilidad de avanzar en la postemporada.

Gente que ha estado lesionado, por debajo en la regular o que ha estado en diversos equipos, se convierten en la diferencia en un juego de muerte súbita como en el partido de anoche entre Houston y Yankees, los ganadores del Wild Card de la Liga Americana.
El dominicano Carlos Gómez cuando conectaba el jonrón que consolidó el triunfo de los Astros de Houston antes los Yankees de Nueva York que quedaron eliminados.

Carlos Gómez estuvo lesionado y terminó la regular con unos registros muy por debajo, mas el criollo puede hacer de todo en el terreno de juego, ganar el partido con un jonrón, un corrido de bases o una atrapada fenomenal. Gómez es el tipo de jugador que se engrandece en una postemporada subiendo a mil la adrenalina. Anoche demostró que está listo para enfrentar la siguiente fase de los playoff, como siempre sin miedos y sin complejos.

Colby Rasmus es un jugador impetuoso, pero con debilidades en la temporada regular, en cambio en la postemporada puede ser una bomba de tiempo para los contrarios como lo demostró en su única participación en play off (.444 en el 2009 con San Luis) y anoche conectó el batazo ganador.

La presión, el agotamiento y otros factores hacen que jugadores con grandes estadísticas en la regular se convierten en mediocres en la postemporada. Un ejemplo son los más de 20 turnos seguidos de Alex Rodríguez (ayer se fue de 4-0) sin conectar de hit con corredores en posición anotadora o la pobre actuación del mejor lanzador del mundo Clayton Kershaw en segunda instancia (1-5 5.12 en su carrera, 0-2 7.82 en los playoff del 2014).

La indisciplina se paga caro cuando entra el mes de octubre. El lanzador de los Mets, Matt Harvey, se encontró en un entaponamiento en la carretera, faltando a un entrenamiento obligatorio del equipo. En la regular esto no tiene importancia, sin embargo, ha copado los titulares de los tabloides beisbolìsticos y ha provocado el disgusto del manager Terry Collins.

Esto apenas inicia, sin embargo desde ayer comenzamos a ver la gran diferencia entre la temporada regular y los playoff.

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