Por Vicente Mejía.-
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- En la segunda parte de la década 1980 un pequeño grupo de cronistas deportivos de Santo Domingo, encabezados por Temístocles Metz, Renaldo Bodden, James Rodríguez y Vicente Mejía hizo costumbre reunirse de manera frecuente para brindar, comer, analizar temas políticos, sociales, deportivos, pero sobre todo para estrechar lazos de amistad.
Ese puñado de comunicadores se amplió y creció de inmediato con Rolando Guante, Roosevelt Comarazamy, Ramón Jerez, Julio Valdez, Osvaldo Rodríguez Suncar, Leo Corporán, Manolito Jiménez y otros. Más tarde salieron algunos y entraron otros, como Luisín Mejía, Garibaldy Bautista, Dimaggio Abreu, Félix Disla Gómez, Marino Pepén, entre otros muchos más que se escapan a mi limitada memoria.
Desde el comienzo fueron integrándose selectos profesionales como Jesús María Guerrero y jugadores de softbol chata (todos exitosos profesionales en varias áreas), entre ellos Robin Bodden, Dionisio Novas, Manuel Espinal, Marcos Tejeda (El Gallo), Juan Carlos Joa, Alfredo Pérez, Tony Contreras, Luilly Lorenzo, Eugenio Pérez, Rolando Bodden Jr, Manuel Espinal Jr, José Pérez (Negro Lindo), … Recordamos algunos, como Juan Hidalgo, mi compadre Augusto Payano, Héctor O’neal, Alexis Polanco, Julio Ferreira, que se nos unían desde Estados Unidos.
He visto partir hacia lo infinito a los tres (Temo Metz, Nano Bodden y James Rodríguez) que me acompañaron a sembrar la semilla con liga de Softbol ACD y los encuentros allá en la playa Juan Dolio, pero la fraternidad que era semanal ahora la continuamos, al menos, el último viernes de cada año.
Paz eterna a los que fueron llamados a la eternidad. Salud y larga vida para los que seguimos en este plano terrenal, que gocen y disfrutemos juntos a nuestras familias el final de 2024 y que tengan prosperidad el próximo año (2025) para seguir compartiendo y disfrutando.
¡Ah!, por 15 años (más o menos) dimos vida a la Liga de Softbol ACD. En esta oportunidad no fue la excepción y a pesar de que no todos asistieron, fue otro excelente compartir y confraternizar en el Vizcaya, por supuesto.
¡Salud!.
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