Por J.A. Ezquerro (AS).-
SAN MARTINO DI CASTROZZA, Italia.- El colombiano Johan Esteban Chaves se impuso en la 19ª. etapa del Giro de Italia y logró un triunfo de mucho mérito después de brillar el pasado año en esta misma carrera, donde ganó en el Etna. Después, no corrió más en toda la temporada.
El escarabajo fue el más fuerte de una fuga de 12 corredores. Las escapadas se están acostumbrado a llegar. Entre los favoritos, sólo Superman, lejos de la cabeza, logró recortar diferencias. Este sábado se decidirá gran parte de este Giro.
El escarabajo fue el más fuerte de una fuga de 12 corredores. Las escapadas se están acostumbrado a llegar. Entre los favoritos, sólo Superman, lejos de la cabeza, logró recortar diferencias. Este sábado se decidirá gran parte de este Giro.
Su sonrisa se torno en llanto de alegría
La sonrisa de Chaves tornó en lágrimas de alegría cuando se abrazó a sus padres en la meta de San Martino di Castrozza. Una explosión de alegría que compartió también junto a los auxiliares del Mitchelton-Scott.
El colombiano no alzaba los brazos desde su victoria en el Etna en el Giro de 2018. Enfermedades y recaídas marcaron prácticamente un año de su trayectoria.
“He vuelto... Dios lo quiso”, acertó a decir Chaves, creyente convencido. Se santiguó en la llegada y continuó con un discurso muy personal: “El ciclismo es como la vida, debes levantarte cuando te caes. E intentarlo hasta lograr los éxitos. Después de una mala época, en la que lo pasé fatal, toca disfrutar. Aunque todavía me falta para regresar a mi mejor nivel”.
“He vuelto... Dios lo quiso”, acertó a decir Chaves, creyente convencido. Se santiguó en la llegada y continuó con un discurso muy personal: “El ciclismo es como la vida, debes levantarte cuando te caes. E intentarlo hasta lograr los éxitos. Después de una mala época, en la que lo pasé fatal, toca disfrutar. Aunque todavía me falta para regresar a mi mejor nivel”.
Porque Chaves, segundo del Giro y tercero de la Vuelta en 2016, venció procedente de la fuga del día. Antunes, Bidard, Boaro, Canola, Carboni, Le Gac, Marcato, Senni, Serry, Santaromita y Vendrame formaron la escapada, de nuevo exitosa con el permiso de los favoritos. Corredores de segundo nivel. Aun así, a Chaves le costó hasta ocho ataques descolgar a sus rivales. Triunfo (tercero para él en la cita italiana a los 29) y satisfacción para el Mitchelton, cuyo jefe, Simon Yates, no respondió a las expectativas: está octavo en la general.
Los 13,6 kilómetros al 5,6% de la última subida no provocaron diferencias entre los hombres fuertes. El propio Giro definió la 19ª jornada como un antipasto o un entrante de lo que sería el plato principal de los Dolomitas, los cinco puertos de este sábado: Campo, Manghen, Rolle, Croce d’Aune y Monte Avena.
Sólo lo intentó Miguel Ángel López, que arañó unos segundos con el visto bueno de Mikel Landa. Porque el vasco tenía piernas para seguir a Superman, pero se quedó junto a Richard Carapaz, maglia rosa, para evitar cualquier sobresalto del líder. Ahí manda el equipo, el Movistar, como confirmó Max Sciandri, su director: “No se trataba de una ascensión para conseguir ventaja, sino para proteger el rosa de Richie”.
Sólo lo intentó Miguel Ángel López, que arañó unos segundos con el visto bueno de Mikel Landa. Porque el vasco tenía piernas para seguir a Superman, pero se quedó junto a Richard Carapaz, maglia rosa, para evitar cualquier sobresalto del líder. Ahí manda el equipo, el Movistar, como confirmó Max Sciandri, su director: “No se trataba de una ascensión para conseguir ventaja, sino para proteger el rosa de Richie”.
Cientos de eslovenos aprovecharon la relativa cercanía de San Martino y se congregaron en las cunetas para animar a Primoz Roglic. La belleza de los Dolomitas, patrimonio de la humanidad, tampoco era mal reclamo, porque su compatriota no logró soltar a Carapaz, Landa ni Nibali en sus dos acelerones. El siciliano señaló a Landa como “el factor determinante y el escalador más en forma”. Un landista más, que calienta el ambiente con el grito de guerra: “Free Landa”. De cómo afronten Nibali y el Movistar el tappone dolomítico dependerá el cajón de Verona. Como siempre, las energías y la carretera (y los pinganillos) dictarán sentencia.