Los Dodgers de Los Ángeles es la franquicia más lujosa del béisbol, sin embargo, se manejan como si fuera un equipo pobremente rico.
Lo de “pobremente rico” se evidencia en los malos resultados del conjunto con la mayor nómina de todo el béisbol (306 millones de dólares al día de hoy) acarreando un impuesto de lujo ascendente a 107 millones de dólares.
Estamos hablando de una de las franquicias más emblemáticas de la historia del béisbol, sin embargo, no consiguen un campeonato desde 1988; tampoco han participado en una Serie Mundial desde ese año.
Clayton Kershaw y Zach Greinke forman el mejor dúo de lanzadores abridores de todo el béisbol en estos momentos. Cada vez que ese “one-two” sube a la lomita, los Dodgers garantizan no sólo buenas actuaciones, sino también el incremento de las ventas e ingresos en sentido general, pues no resulta fácil buscar tanto dinero para pagar de manera quincenal una nómina tan lujosa.
Greinke y Kershaw son dos luminarias del béisbol, con el periquito de Kershaw, quien ha sido el abridor más dominante del juego las últimas cinco temporadas, pero con un desempeño mediocre en la postemporada (1-5 5.12; 0-2 7.82 en los play off del año pasado).
Los Dodgers no han tomado el ejemplo de equipos que manejan bajos presupuestos, como Houston que inició la temporada con la nómina más discreta de las Mayores, mas hoy día encabezan el Oeste de la Liga Americana en base al desarrollo de sus fincas y conseguir jugadores a bajo costo.
Mientras en Houston todo el mundo se esfuerza, dando más de lo que su talento le permite, en los Ángeles se nota una caterva de jugadores aburguesados, con grandes contratos, que están pensando más en su dinero y la buena vida que en dejar el pellejo en el terreno de juego.
Observando un par de entradas del último juego entre Cubs-Dodgers se podía ver la diferencia en la estructuración de ambos conjuntos.
Los Cachorros, el equipo más joven del béisbol, a base de puro talento desarrollado por el equipo, mezclado con algunos jugadores veteranos; en tanto los Dodgers están repletos de jugadores advenedizos, quienes ya han dado lo mejor de sí. Han cedido tantos jugadores jóvenes que hoy día es muy poco lo que pueden demostrar como talento propio. Recordamos en nuestra infancia todo el material de los Dodgers que venía al país con los Tigres del Licey y en los 90s con los Azucareros del Este.
Es un equipo tan mal estructurado que tienen a Jimmy Rollins de abridor, promediando apenas .218, con un OBP de .274, cuando la principal función del abridor es embazarse. Rollins no batea sobre .270 desde el 2007 y no tiene un OBP superior a .338 desde ese año.
Chase Utley, otro ex de los Filis, es un caso similar al de Rollins. La misión de un segundo bate es poner la bola en juego, mover corredores y batear por todos lados del terreno. A Utley le juegan con formación Boudreau, pues es un halador neto, apenas promedia .212 y su OBP es de .285. Las lesiones han acabado con la carrera de Utley, un intermedista que tuvo cuatro temporadas de más de 100 remolcadas y tres de más de 30 jonrones entre el 2005 y el 2009.
Los Dodgers tienen muchas posibilidades de ganar el banderín del Oeste de la Liga Nacional, claro, a un costo elevadísimo, con un equipo muy mal estructurado y pobremente rico. (www.elpapadelbeisbol.com)
Lo de “pobremente rico” se evidencia en los malos resultados del conjunto con la mayor nómina de todo el béisbol (306 millones de dólares al día de hoy) acarreando un impuesto de lujo ascendente a 107 millones de dólares.
Estamos hablando de una de las franquicias más emblemáticas de la historia del béisbol, sin embargo, no consiguen un campeonato desde 1988; tampoco han participado en una Serie Mundial desde ese año.
Clayton Kershaw y Zach Greinke forman el mejor dúo de lanzadores abridores de todo el béisbol en estos momentos. Cada vez que ese “one-two” sube a la lomita, los Dodgers garantizan no sólo buenas actuaciones, sino también el incremento de las ventas e ingresos en sentido general, pues no resulta fácil buscar tanto dinero para pagar de manera quincenal una nómina tan lujosa.
Greinke y Kershaw son dos luminarias del béisbol, con el periquito de Kershaw, quien ha sido el abridor más dominante del juego las últimas cinco temporadas, pero con un desempeño mediocre en la postemporada (1-5 5.12; 0-2 7.82 en los play off del año pasado).
Los Dodgers no han tomado el ejemplo de equipos que manejan bajos presupuestos, como Houston que inició la temporada con la nómina más discreta de las Mayores, mas hoy día encabezan el Oeste de la Liga Americana en base al desarrollo de sus fincas y conseguir jugadores a bajo costo.
Mientras en Houston todo el mundo se esfuerza, dando más de lo que su talento le permite, en los Ángeles se nota una caterva de jugadores aburguesados, con grandes contratos, que están pensando más en su dinero y la buena vida que en dejar el pellejo en el terreno de juego.
Observando un par de entradas del último juego entre Cubs-Dodgers se podía ver la diferencia en la estructuración de ambos conjuntos.
Los Cachorros, el equipo más joven del béisbol, a base de puro talento desarrollado por el equipo, mezclado con algunos jugadores veteranos; en tanto los Dodgers están repletos de jugadores advenedizos, quienes ya han dado lo mejor de sí. Han cedido tantos jugadores jóvenes que hoy día es muy poco lo que pueden demostrar como talento propio. Recordamos en nuestra infancia todo el material de los Dodgers que venía al país con los Tigres del Licey y en los 90s con los Azucareros del Este.
Es un equipo tan mal estructurado que tienen a Jimmy Rollins de abridor, promediando apenas .218, con un OBP de .274, cuando la principal función del abridor es embazarse. Rollins no batea sobre .270 desde el 2007 y no tiene un OBP superior a .338 desde ese año.
Chase Utley, otro ex de los Filis, es un caso similar al de Rollins. La misión de un segundo bate es poner la bola en juego, mover corredores y batear por todos lados del terreno. A Utley le juegan con formación Boudreau, pues es un halador neto, apenas promedia .212 y su OBP es de .285. Las lesiones han acabado con la carrera de Utley, un intermedista que tuvo cuatro temporadas de más de 100 remolcadas y tres de más de 30 jonrones entre el 2005 y el 2009.
Los Dodgers tienen muchas posibilidades de ganar el banderín del Oeste de la Liga Nacional, claro, a un costo elevadísimo, con un equipo muy mal estructurado y pobremente rico. (www.elpapadelbeisbol.com)
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