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jueves, 13 de abril de 2023

Historias del Ciclismo: "De lo que cuesta volver y otras tristezas"



SANTO DOMINGO, República Dominicana.- En el 2015 apareció un ciclista Alemán que ganó en la misma temporada la Milan San Remo y la Paris-Roubaix.
Era un gran velocista, pero un velocista distinto a los que nosotros llamamos velocistas.
Por ejemplo nosotros siempre contamos que cuando fue el mundial de Valkemburg (2012), como las chances de Cavendish de llegar a un sprint eran nulas, él trabajó para el equipo de Gran Bretaña todo lo que pudo.
En esa carrera hubo una escapada que logró muchos minutos, un ciclista Uruguayo, Ferrari, entre ellos.
Cavendish estuvo tres vueltas al frente del pelotón corriendo esa escapada. El circuito tenía, digamos, quince kilómetros. Iba muy fuerte.
Acá los velocistas no suelen poner su cara en el viento. No es su papel.
El ciclista alemán del que hablábamos, 1,80, 77 kilos entrenado, logró hacer pensar que le esperaba un futuro promisorio.
Sin embargo al año siguiente, a él y a gran parte de su equipo lo atropelló un auto, en Calpe España.
Tuvo lesiones de todo tipo. Tardó años en recuperarse. Al decir de algunos nunca fue el mismo.
Pero como suele suceder, los ciclistas se empecinan hasta que lo logran o casi lo logran de nuevo.
Nuestro alemán, que es policía en sus ratos libres, nunca se rindió. Logró ganar algunas carreras, muchas etapas y hasta alguna en el tour de Francia.
Siempre estuvo enamorado de la Paris Roubaix, y nunca pudo volver, dijo alguna vez, mas o menos en condiciones como para ganarla o pelearla.
Pero tanto quería la carrera que se integró a un grupo que defiende los espacios naturales donde se disputa la prueba. Y consciente que el futuro son los jóvenes, el mismo encabezó una recaudación para que se pudiera disputar la versión junior de la competencia.
Su colaboración con la prueba francesa fue tal, que es el único ciclista extranjero que tiene su nombre en uno de los tramos de pavés.
Y este año estaba entrenado, y no le tenía miedo a ninguna de las figuras legendarias que están corriendo por estos días. No les temía, porque él, si no hubiera sido por el automovilista distraído de turno, también sería hoy uno de ellos.
De hecho si uno mira la transmisión de este año, advertirá que había un ciclista a quien Van Der Poel no podía dejar de rueda, y venía cómodo, pero cómodo en serio.
También habrá visto el televidente que hubo una caída, en donde el compañero de Van Der Poel se cierra contra una banquina obliga al que luego sería ganador a correrse abruptamente y por esto cae un ciclista todo de negro del equipo DSM
Ese ciclista, que ya tiene algunos años es del que hablamos.
El que lloraba desconsoladamente en la llegada, porque sabía que tenía chances de ganar de nuevo esa carrera y la perdió por ese infortunio.
Un sueño que quedó en esa caída, y por eso sus lagrimas al final.
El ciclista del que hablamos se llama John Degenkolb. Probablemente volverá por la revancha. Tal vez con estas líneas en la próxima edición tenga mas fanáticos que lo alienten.

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