Por Enrique Bernaola.-
ITALIA.- El pedalista francés Thibaut Pinot (Francés de Jeux) conquistó la vigésima etapa del Giro de Italia, que quedó muy apretado antes de la jornada final con la contrarreloj de Milán.
ITALIA.- El pedalista francés Thibaut Pinot (Francés de Jeux) conquistó la vigésima etapa del Giro de Italia, que quedó muy apretado antes de la jornada final con la contrarreloj de Milán.
El ciclista galo se colocó tercero en la general tras las bonificaciones y dejó cuarto a Dumoulin, que sigue siendo el máximo favorito al triunfo final dado su perfil contrarrelojista.
Nairo Quintana retuvo la “maglia” rosa, aunque con una diferencia de 53 segundos que resulta muy justa antes de los 30 kilómetros contra el reloj de este domingo.
“Lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible”. Nada más cerca de la realidad hoy en el Giro. Porque el arsenal de ataques que sufrió Dumoulin fue atronador, pero no letal. El holandés logró mojarles la pólvora. En el Monte Grappa, el del Sunweb mostró cierta debilidad, pero nunca logró despegarse del grupo.
Los “gallos” decidían, entonces, citarse en el Foza (1ª), último puerto de esta centenaria edición. Un puerto de 15 kilómetros donde 'Dumo' volvió a quedarse sin equipo pero logró hacer nuevos y buenos amigos.
Movistar Team ponía un fuerte ritmo para endurecer las primeras rampas pero fue Nibali el que abrió la contienda.
El resto de favoritos respondió y luego llegó el ataque de Zakarin, cuyo Katusha ya había animado mucho las cosas en el Grappa. El ruso se llevó consigo, casi como una lapa, a Pozzovivo.
Detrás tardaron en reaccionar. Quedaban cerca de 7 kilómetros para coronar el puerto cuando Nairo Quintana y Vincenzo Nibali empezaron a bailar sobre la bicicleta para provocar el tropiezo de Dumoulin, que pronto cedió unos metros que siempre tendría controlados.
Pinot quiso sumarse a la fiesta y entre el colombiano, el italiano y el francés quisieron poner contra las cuerdas al holandés. El objetivo estaba claro: Hundir a Dumoulin y luego verse las caras entre ellos. Pero no lo consiguieron. El espigado corredor del Sunweb encontró buenos aliados en un formidable Jungels y en su compatriota Mollema. Podía pensarse que trabajaban para Dumoulin, pero lo cierto es que la guerra era, sobre todo, de intereses. Porque todos querían mantener o mejorar su puestos en la general, una ambición de la que se aprovechó el holandés.
"Tengo que agradecer el trabajo impagable que me han hecho hoy Mollema y Jungels", reconocía del máximo favorito para llevarse este Giro.Tras coronar, quedaba todavía 15 kilómetros de llano y descenso donde Nairo, Nibali y Pinot cazaron a Zakarin y Pozzovivo. Los cinco intentaron ponerse de acuerdo para abrir diferencias con los de detrás, que siempre controlaron la diferencia entre los 15 y 20 segundos.
Y, en juego, las bonificaciones. Por eso había mucho "codazo" pidiendo relevos, porque todos querían guardarse una bala para la recta final, donde finalmente se impuso el más rápido, Pinot, que se colocaba, además, tercero en la general y se metía en la pelea por, al menos, el podio final.Un podio que está muy caro, porque en apenas 53 segundos de diferencia se encuentran Nairo, Nibali, Pinot y Dumoulin, que, siendo muy superior a todos ellos, parte como favorito al triunfo final de este Giro de Italia, que echará el cierre con una contrarreloj de 30 kilómetros entre Monza y Milán. (Fuente: MARCA).
0 comentarios:
Publicar un comentario