Con mucha razón debemos hoy escribir sobre la actuación de los corredores masters y/o veteranos que accionaron en la IX Copa Ciclista Cero de Oro cuya última etapa se efectuó en las avenidas George Washington y en la del Puerto de esta capital.
Más aún porque las notas de prensas que se emitieron a todos los medios informativos “olvidaron” señalar que el capitalino Bernardo González del Rey rompió con la hegemonía establecida, en los dos primeros tramos, por los “patapelúas” cibaeños.
Craso error por parte de los “relacionistas”, ya que los másters –sin querer menospreciar las demás categorías—dieron un gran matiz al certamen auspiciado por la Asociación Popular de Ahorros y Préstamos.
Pues bien, los santiagueros Demetrio Almonte y Manuel Ferreiras, ganadores de las dos primeras etapas, respectivamente, hicieron creer a la fanaticada que los miembros de la Liga de Ciclistas Másters del Distrito Nacional (Licimadi) no tendrían posibilidades de granjearse ni siquiera la última jornada, cosa que González pudo remedar.
Bernie, mejor conocido como La Grúa, luego de haber sorteado los 20 kilómetros de carrera a la vanguardia del pelotón, se impuso sobre el santiaguero Manuel Ferreiras y su co-equipier Virgilio de Jesús Genao (Vilo), quienes se colocaron segundo y tercero, sucesivamente.
La competencia, caracterizada por un fuerte viento Este-Oeste, se escenificó de forma vertiginosa, circunstancia que impidió que se produjeran varias escapadas que, por más violentas que fueron, nunca llegaron a prosperar.
En la jornada, corrida con cierto nerviosismo de parte de nuevos corredores inscritos en última instancia, no se produjeron accidentes, aunque sí hubo varios choques de timones y ciertos que otros pedaleros que casi se precipitaron al asfalto.
Entre las dificultades que enfrentaron los “patapelúas” estuvieron los giros en “u” en cada extremo del circuito, donde el pelotón disminuía su velocidad a su punto más insignificante.
(Otro detalle “peligroso”, pero del que no se percató la mayoría de pedaleros, fueron los bloques de contención colocados en la isleta central. Aquellos acicalados “peñones” de concretos nos hicieron recordar el fatal accidente del italiano Fabio Casartelli en el Tour de Francia.)
Los hombres peligrosos del Cibao, entre ellos Luis Andrés Bueno, Demetrio Almonte y Manuel Ferreiras, ganador absoluto de la modalidad, fueron constantemente vigilados por los capitalinos, creando estos últimos un buen plan para que uno de sus filas se llevara la primera posición.
¿Y quién mejor que el líder provisional de la Copa Distrital Master 1995 para llevarse las palmas? Pues así mismo fue: Bernie no permitió que nadie sobrepasara su rueda delantera en un violento demarraje escenificado en el “falso llano” donde estaba ubicada la meta.
Al fin y al cabo, Manuel Ferreiras resultó campeón de la categoría, resultando Bernie González del Rey, sub-campeón y el cibaeño Demetrio Almonte, tercero. (SUPLEMENTO DEPORTES EL NACIONAL/Domingo 27 de Agosto de 1995/12).
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