Por Juan Jose Capellan.-
LA VEGA, República Dominicana.- Mi opinión del recién finalizado 101o. Giro de Italia, en el que tuvo la gran diferencia entre el británico Cristofer Froome y el holandés Tom Doumolin en la etapa reina.
A Doumolin le hizo falta buenos gregarios; jugó al desgaste de Froome al éste partir a 80 kilómetros de meta y quedándose con ciclistas que no le interesaban la persecución. Era muy cuesta arriba perseguir en primera persona y dónde radica la fortaleza del team Sky en que tiene alrededor de Froome, siendo un equipo capaz de perseguir y proteger a su líder.
Si miramos la clasificación general podemos ver entre los primeros 20 de la clasificación general individual hay más de tres ciclistas del Sky, mientras que Doumulin sólo sin nadie de su equipo a su lado.
En cuanto al también británico Simon Yate (Mitchelson-SCOTT) vio en una sola etapa (la de los 80 kilómetros en solitario de Froome) como todos se fue al piso.
A mi entender, Yate lo quiso todo y fue muy al límite debiendo dejar que algunas escapadas se dieran y evitar gastar más fuerza de las previstas y no ser el que llevará los ataques, estrategia muy mal planificada de parte de su director. No se logra ganar etapa cuando lo que se busca es la general y el quiso ganar todas la etapas de montaña.
Miguel Ángel debe de seguir madurando como ciclista. Astana es muy buen equipo, pero se veía a Super López muy ansioso. En carrera de tres semanas hay que tener cabeza fría y estar bien enfocado en la carrera.
Froome, un grande del ciclismo, ha demostrado que puede ganar de cualquier forma en que se plantee la carrera, sea subiendo, bajando, desde lejos y hasta en el plano. Es un máquina no sólo en su condición física en su preparación mental que es para mi lo que más fuerte lo hace y ni hablar de la planificación de preparación de los técnico del Sky.
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