Exhibición total de Van Aert al ganar tercera etapa de La Vuelta 2024

El belga del Visma supera al sprint a Quentin Pacher y logra en Baiona su tercera victoria en La Vuelta tras hacer gala desde el inicio de la etapa de su poderío físico e inteligencia táctica. Sin ataques entre los favoritos, O´Connor mantiene su ventaja al frente de la general

Por Fernando Belda.-

Fotos: Rafa Gómez.-

Ciclismo a Fondo.-

Galicia recibía a La Vuelta con una etapa montañosa (entre Ponteareas y Baiona, de 159,6 km) con puertos de escasa altitud pero sin un metro llano. Territorio comanche propicio para las emboscadas en el que Wout van Aert ha firmado una exhibición total haciendo gala de sus buenas piernas e inteligencia táctica.

El belga del Visma, uno de los ciclistas más completos y polivalentes del pelotón, remataba en Baiona una larga fuga que él mismo propició -y que se consolidó tras muchos kilómetros de feroz batalla con el pelotón- superando por velocidad a Quentin Pacher (Groupama-FDJ), el único del quinteto que pudo seguir su ataque a falta de 31 km, aprovechando el paso por el sprint especial de A Barroca. Ahí Van Aert puso de manifiesto que además del más fuerte era el más listo de la escapada. A Marc Soler le pilló cogiendo bidones de su coche de equipo.  

No hubo color en una volata cantada con la que Van Aert suma su tercera victoria en su debut en La Vuelta, tras las que lograra en Castelo Branco y Córdoba. El belga está pletórico y la sensación que da es que no será su último éxito en la ronda española. 

A dos minutos de Van Aert y Pacher llegaron Soler (UAE Team Emirates), William Junior Lecref (T-Rex Quick Step) y Juri Hollmann (Alpecin-Deceuninck), los otros integrantes de la escapada, y a 5´31" el pelotón principal, con unas 45 unidades y todos los hombres fuertes de la carrera, que hoy no se movieron. La semana presenta mucha dureza y los aspirantes al maillot rojo y a los puestos de podio decidieron guardas fuerzas para futuras batallas. 

No hay por tanto cambios en los pimeros puestos de una clasificación general que sigue liderando el australiano Ben O´Connor, con Primoz Roglic a 3´53" y Richard Carapaz a 4´32·. Enric Mas es cuarto, a 4´35" y Mikel Landa quinto, a 5´17". 

Fuga muy luchada

Costó mucho que se consolidara la fuga, que tuvo su origen en un movimiento de Wout van Aert, Marc Soler y William Junior Lecref, que batallaron durante muchos kilómetros con el pelotón -con una renta de escasos segundos- hasta que pudieron abrir hueco. Poco antes se les habían unido Juri Hollmann y Quentin Pacher para conformar el quinteto que ha protagonizado una etapa frenética en sus inciios. 

Con una ventaja de seis minutos afrontaron la parte decisiva, los 60 km finales, con el encadenado de los Altos de Vilachán (3ª cat; 6,3 km al 5,5%), Alto de Mabia (2ª; 6 km al 5,7%) y Alto de Mougás (1ª; 9,9 km al 6%), que se coronaba a 20 de meta. Red Bull-Bora endureció el ritmo en Mabia, provocando apuros en ciclistas como Lennert Van Eetvelt, que se descolgó momentáneamente. Después, bajaron revoluciones y la tranquilidad volvió al pelotón.

A 40 de meta los fugados coronaron el Alto de Mabia con cinco minutos y medio de adelanto, lo que les aseguraba luchar por la victoria. Van Aert -poderoso e inteligente- aprovechó la aceleración del sprint especial de A Barroca (-31 km) para dar continuidad a un ataque con el que dinamitó la fuga, ya que solo Quentin Pacher pudo seguirle. A Marc Soler le pillaron cogieron bidones de su coche de equipo. 

Sin solución de continuidad llegaban las primeras rampas del Alto de Mougás, en el que el francés del Groupama-FDJ se soldó a rueda de un desatado Van Aert -que le torturaba con su ritmo-, y el grupo de favoritos se seleccionó ante el ritmo impuesto por los EF Education-EasyPost. Apenas aguantaban 25 ciclistas, aunque más tarde entrarían otros muchos camino de Baiona. No hubo ataques entre los hombres fuertes de la general y la etapa acabó para ellos en tablas. 

Con los perseguidores Lecref y Soler a un minuto y el grupo de favoritos a cinco, la situación de carrera era ideal para el belga del Visma, que había jugado sus cartas como nadie y buscaba su triplete en La Vuelta. Sabiéndose inferior al sprint, Pacher buscó sorprender a falta de un kilómetro y medio. pero el del Visma andaba pletórico y no hubo sorpresa posible. En Baiona remataba su exhibición de ciclista total y levantaba al cielo tres dedos. Van Aert está siendo una bendición para La Vuelta. 

Mañana miércoles se disputa la 11ª etapa, de 166,4 km con salida y llegada en el Campus Tecnológico Cortizo en Padrón (La Coruña), otra jornada por terreno rompepiernas con dos subidas al Puerto Aguasantas, de 2ª (5,7 km al 6,1%) y otros dos altos de 3ª categoría, el último de los cuales (Cruxeiras, de 2,9 km al 8,9%, que se corona a falta de 8 km) será clave para decidir el ganador de la etapa.