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viernes, 3 de marzo de 2023

Asier Bilbao nos habla del reto de los Cinco Monumentos del Ciclismo

El Reto de Los 5 Monumentos

Por Asier Bilbao

Eddy Merckx y Rik Van Looy en la París-Roubaix 1967
Como ya comenté en un artículo anterior la moda de nombrar como “monumentos” a los cinco Monumentos del ciclismo (Milano-San Remo, Ronde Van Vlaanderen, Paris-Roubaix, Liege-Bastogne-Liege y Giro di Lombardia) comenzó un año indefinido en la década de los '90s, cuando surgió la Copa del Mundo.

No sé qué año fue ni dónde ni quién comenzó con la moda. Tampoco dispongo de tiempo para andar investigando, buscando revistas de ciclismo de los '90s o mirando videos en youtube para ver cuándo y dónde mencionaron los periodistas por primera vez la palabra “monumento” para referirse a estas cinco clásicas.

La cuestión es que desde mucho antes de que se conocieran por ese nombre ganar uno solo de los llamados Monumentos se convirtió y se ha convertido en un logro de primer orden. Vencer en todos significa entrar directo al Olimpo ciclista.

De todos es sabido el nombre de los únicos tres ganadores de Los 5 Monumentos: Rik Van Looy, Eddy Merckx y Roger De Vlaeminck. Después sólo hay cinco ciclistas en toda la historia con cuatro Monumentos diferentes en su palmarés: Louison Bobet, Germain Derycke, Fred De Bruyne, Hennie Kuiper y Sean Kelly.

En las últimas tres décadas solo siete ciclistas han podido ganar en al menos tres Monumentos distintos. Estos son Moreno Argentin, Andrei Tchmil, Andrea Tafi, Michele Bartoli, Paolo Bettini, Fabian Cancellara y Philippe Gilbert; siendo este último el único de ellos que sigue en activo.

A día de hoy, aparte del valón, solo hay cuatro ciclistas en activo con dos Monumentos diferentes en su palmarés: Simon Gerrans, Alexander Kristoff, John Degenkolb y Daniel Martin. No hay más. Y ninguno de estos cuatro buenos ciclistas se plantea ni en broma tratar de ganarlos todos. Es sencillo comprobar que ganar en al menos dos de estas grandes clásicas es harto difícil.

*Nota del autor: finalizada la temporada 2018 debemos agregar tres nombres más en la lista de ciclista en activo con más de un Monumento en su haber. Hablamos de Vincenzo Nibali, Niki Terpstra y Peter Sagan.

Los 5 Monumentos tienen tan diferentes características y especificidades cada una de ellas que quizás el reto de ganarlas todas sea el más difícil de alcanzar de entre todos los deportes actualmente. Este Reto (con letras mayúsculas) es mucho más complicado de lograr que la recientemente denominada Triple Corona (las 3 Grandes Vueltas) en toda una carrera profesional. Más difícil si cabe que lograr el mismísimo doblete Giro-Tour en la misma temporada. Un reto bastante más complicado de completar que los Grand Slam del tenis, del golf o del Seis Naciones de rugby. O el de alcanzar las cumbres de los 14 ochomiles; que ya sabemos que este reto tiene muchísimo más riesgo para la salud; pero es bastante más factible viendo la interminable lista de ochomilistas actuales.

¿Qué ciclista actual tiene más posibilidades de lograr completar El Reto?
Sanremo 1992: Kelly le quita el caramelo de la boca a Argentin
A día de hoy no se vislumbra a nadie tan versátil y completo como para que pueda optar a ganarlas todas. El que más se ha acercado desde la época de De Vlaeminck fue el irlandés Kelly; el único que he visto en mi vida con capacidad para vencer en los 5 Monumentos. Un corredor muy polivalente, de gran fondo, excelente rodador y a la vez buen escalador, con gran visión de carrera sumado a una excelsa punta de velocidad. Lo tenía todo para triunfar. No en vano está considerado como uno de los mejores ciclistas de la historia. Pero como en los años 80 el Tour de Flandes no era un Monumento El casero no tenía “la necesidad” de completar las 5 grandes clásicas en su palmarés y se podía dedicar a regalarlas por favores a posteriori (Adrie Van der Poel en 1986) o a jugársela con amigos (Claude Criquielion en 1987).

Como aficionados apasionados podemos elucubrar con las posibilidades reales o imaginarias de grandes talentos como Peter Sagan, Michal Kwiatowski, Greg Van Avermaet, Alejandro Valverde, Geraint Thomas, Julian Alaphilippe, Gianni Moscon, etc. Pero para que un ciclista pueda aspirar a llevarse los 5 Monumentos creo que primero debería ganar, sino tres, sí por lo menos dos de diferentes características entre sí. Es decir: ganar una de la tripleta Sanremo-Flandes-Roubaix y otra de entre el dúo Lieja-Lombardía. Y de ahí en adelante podría ponerse a soñar con completar el repóker.

De estos “máximos aspirantes” mencionados tenemos a un Gilbert en sus últimos años como profesional con tres. Sagan, Kiwi, GVA y El Bala tienen uno por barba. Alaphilippe y Moscon son jóvenes aun y tienen dos y un pódium respectivamente, pero por ahora también tienen el casillero en cero; al igual que el polivalente Thomas, al que le cuesta mucho ganar y ya tiene 31 años. Mientras tanto los jóvenes talentos en ciernes Mathieu Van der Poel y Wout van Aert siguen dedicados en cuerpo y alma al ciclo-cross.

Podemos afirmar que hoy día es prácticamente imposible que alguien pueda ganar Los 5 Monumentos; porque además la suerte influye tanto como la clase, el talento o la versatilidad de los ciclistas. Pues bien, este año podremos comprobar cómo le va al primer corredor en toda la historia del ciclismo que se ha propuesto públicamente El Reto de vencer en Los 5 Monumentos.

Gilbert, el pionero
Gilbert coronando el Paterberg en el Tour de Flandes 2017
Van Looy, Merckx y De Vlaeminck nunca tuvieron como objetivo completar Los 5 Monumentos, pues por aquel entonces no existía el concepto de “monumento” para referirse a estas cinco clásicas. En este sentido Gilbert es un pionero, pues se ha convertido en el primer ciclista en ponerse como objetivo completar Los 5 Monumentos. Sumar a su palmarés la Milán-Sanremo y la Paris-Roubaix sería el culmen para poder entrar de lleno en la gran historia del ciclismo. Estamos hablando de que Gilbert sería recordado durante décadas, no por ser uno de los mejores clasicómanos de siempre, sino que entraría directo en el Olimpo, no del ciclismo sino del deporte mundial; por lograr lo que parece imposible.

Aunque Gilbert tiene el hándicap de que solo ha corrido una vez Roubaix, hace ya diez años y con un resultado de lo más anónimo, ya fue dos veces pódium en la Sanremo. Habrá que ver a cuál de ellas le apunta este año. Porque el pico de forma no le va a alcanzar para las dos. Yo creo que se va a decantar por Roubaix. Le falta experiencia en un pavé muy diferente al de las carreras flamencas. Pero como llegue con un punto como el de Flandes o Amstel 2017 puede jugársela tratando de adelantarse a los acontecimientos, al estilo de Tom Boonen hace dos años o Van Avermaet en los JJ.OO. de Rio. No va a salir como favorito, no lo van a marcar de cerca y no tiene nada que perder. Ambición, motivación, valentía, clase, sabiduría clasicómana e instinto ganador le sobra.

Ya sabemos que lo tiene más que complicado para ganar uno solo de los dos Monumentos que le faltan. Pero esa es la grandeza de imponerse retos imposibles. Y si por casualidad lo lograra rompería una barrera que hasta entonces se creía infranqueable; al mejor estilo de los míticos Reinhold Messner, el primer humano en alcanzar la cumbre del Everest sin oxígeno (algo que se creía fisiológicamente imposible) o Wolfgang Güllich, el primero que superó el 9º grado de dificultad de escalada en roca.

Sagan también se le mide al Reto, pero a plazos
Sprint entre Sagan, Kwiatkowski y Alaphilippe en la San Remo 2017
Al contrario de lo que decidieron en su día los ya legendarios Boonen y Cancellara, que decantaron sus carreras en tratar de ganar las más veces que pudieran los dos Monumentos a los que mejor estaban adaptados, Sagan no está obsesionado con ganar muchas veces una misma gran clásica. Según declaraciones de Patxi Vila, preparador físico del fenómeno eslovaco, su reto como ciclista profesional es retirarse ganando todas las clásicas importantes del calendario; donde, por supuesto, están incluidos los 5 Monumentos.

La idea que tiene es que una vez haya logrado vencer en las tres clásicas aptas para rodadores-embaladores (Sanremo, Flandes y Roubaix) tratara de readaptar su organismo a las condiciones necesarias para completar el repóker, bajando de peso y perdiendo algo de musculatura. Sagan ya ha demostrado en temporadas anteriores, en carreras como el Tour de Suiza, Tirreno-Adriático, Eneco Tour, Tour de California, etc. que puede realizar grandes actuaciones y hasta vencer en recorridos con cotas y puertos similares a los que jalonan los recorridos de la Lieja y Lombardía. Es una decisión arriesgada, pero valiente y que se le agradece por parte del aficionado.

El mejor clasicómano del 2017 fue sin duda Van Avermaet. Mi clasicómano favorito es Sagan. Pero lo que más me ilusionó del excelente año de clásicas que vivimos el año pasado fue la resurrección de Gilbert, el último clasicómano polivalente, a la antigua usanza, que nos queda. Por eso este año lo voy a seguir con especial interés por el reto que se ha impuesto. Personalmente me encantaría que este año la Sanremo y Roubaix se las repartieran entre Gilbert y Sagan; sin importarme mucho cuál de ellas se lleva cada uno. Para que en 2019 el belga se enfocara en completar El Reto y para que a Sagan le vaya “carcomiendo el gusanillo” de Los 5 Monumentos.

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