Por Leo Corporán.-
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El pedalista Juan Luis Rodríguez ha comenzado a hacer historia en el ciclismo nacional e internacional.
Tiene apenas 19 años de edad, pero grandes deseos de superación.
Es nativo de San Francisco de Macorís. Estudia en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, ingeniería Química.
Es el actual campeón nacional de la categoría superior.
Llegó en el lugar 20 de 76 atletas en la Decimonovena Vuelta Ciclística, finalizada recientemente en la ciudad de Guatemala.
Ocupó el sexto puesto, en una de las etapas de esa fuerte justa internacional, donde vieron acción destacados pedalistas de España, México, Colombia, Guatemala y Costa Rica, entre otros.
La prensa deportiva de Guatemala lo denominó “La Revelación Dominicana”, tras su gran hazaña en ese país centroamericano.
El propio Juan Luis narra a DEPORTES DE AHORA, que una de sus grandes experiencias ha sido “juntarme con ciclistas de todo el mundo para aprender una escapada o un buen sprint en la meta final”.
Juan Luis es un muchacho tranquilo, le gusta conversar, pero en la mayoría de las ocasiones se le observa callado.
Tiene cinco hermanos, su madre se llama Ángela Fernández y su padre Félix Rodríguez, residentes en San Francisco de Macorís.
Milita en las filas del club deportivo-cultural Mauricio Báez, del sector de Villa Juana, desde que llegó a la capital.
Su aspiración principal es ser campeón Centroamericano y del Caribe de Ciclismo, “no sólo por mi, sino también por mi país”, apunta con voz callada, pero firme.
Cuenta que en la justa de Guatemala llegaron detrás de él, atletas de la categoría de Ramón Guerrero, de España, dos colombianos, el campeón de Suiza y otros pedalistas de renombre internacional.
Cuando ocupó el sexto lugar, la etapa era a 112 kilómetros en un terreno bien montañoso, considerado muy difícil para escalarlo.
Juan Luis tuvo que recorrer más de mil kilómetros para completar el evento, a 12 etapas en 14 días.
Viajo junto a Eddy Padilla, del Circulo Deportivo Militar; Carlos Tapia, del club San Lázaro, y Ambiorix Rodríguez, del club 27 de Febrero, de Santiago.
Consideró muy aceptable la labor de la cuarteta dominicana, apuntando que “la Vuelta a Guatemala, no era fácil, eso allí estaba muy fuerte”, dice.
Señala que siempre recordara la Vuelta a Guatemala, “porque allí aprendí lo que es un ciclista encontrarse orgulloso de su trabajo y lo que es un ciclista cuando es despegado”.
“Sufrí mucho encima de la bicicleta y eso me servirá siempre de experiencia”, relata el joven del deporte del aro y el pedal.
Consideró que los actuales pedalistas de todo el territorio dominicano tienen gran interés de progresar y que esto hará que esa disciplina ocupe dentro de poco un lugar de importancia en los eventos internacionales donde participe el país.
Alabó el trabajo de la Federación Dominicana de Ciclismo refiriendo que los ejecutivos de esa entidad están haciendo un trabajo bastante encomiable.
Juan Luis ha representado a la República Dominicana en Venezuela y Guatemala.
Tiene unos 15 mil kilómetros recorridos dentro de su carrera en las competencias nacionales e internacionales. No computo los entrenamientos.
Criticó la falta de ayuda económica para el fortalecimiento del ciclismo en el interior del país, explicando que principalmente los atletas de esas regiones confrontan problemas para a compra de tubulares (gomas) y otros accesorios para las bicicletas.
El mismo Juan Luis confiesa que:
Su momento más feliz dentro del ciclismo fue cuando se proclamó campeón nacional, en la última competencia celebrada en Jarabacoa.
Mientras que el más triste fue cuando cayó el seleccionado del club Mauricio Báez, en el torneo superior de ruta del Distrito Nacional.
En esa ocasión chocó con Ramón Cabral (Maquico) y sufrió un fuerte golpe en la cara que impidió que continuara el desarrollo de esa prueba.
Agradeció a todas las personas que han cooperado para su progreso.
Principalmente destacó a su hermana Yolanda Rodríguez, su cuñado, José Deschamps y su suegra, Thelma Guerra.
Al paso que va Juan Luis Rodríguez, no hay dudas que hará historia en el ciclismo nacional e internacional.
Sólo tiene que preocuparse por su alimentación, los entrenamientos y continuar con esa disciplina que ha observado que es la madre del triunfo.
Un atleta indisciplinado, nunca, difícilmente, es prácticamente imposible que pueda lograr hazañas y conseguir laureles en beneficio de la patria y de sí mismo”. (El Nacional de !Ahora!, diciembre de 1976).
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