SANTA MARÍA DI SALA, Italia.- Tras efectuar una maratonica fuga, el pedalista italiano Damiano Cima (Nippo Vini Fantani Faizanè) se impuso en la etapa número 18 del Giro de Italia 2019, algo considerado "histórico", ya que alguien de la fuga coronó la meta en esta localidad.
Cima recorrió los 222 kilómetros en cuatro horas, 56 minutos y 04 segundos, seguido por sus compañeros de escapada Pascal Ackerman y Simone Consonni, segundo y tercero, respectivamente
En la general individual no se movieron las diferencias entre los favoritos y el ecuatoriano Richard Carapaz (Movistar Team) sigue al frente con la 'maglia' rosa, seguido del italiano Vincenzo Nibali (Bahrain Merida) a 1:54 y el esloveno Primoz Roglic (Jumbo - Visma) a 2:16.
Cima recorrió los 222 kilómetros en cuatro horas, 56 minutos y 04 segundos, seguido por sus compañeros de escapada Pascal Ackerman y Simone Consonni, segundo y tercero, respectivamente
En la general individual no se movieron las diferencias entre los favoritos y el ecuatoriano Richard Carapaz (Movistar Team) sigue al frente con la 'maglia' rosa, seguido del italiano Vincenzo Nibali (Bahrain Merida) a 1:54 y el esloveno Primoz Roglic (Jumbo - Visma) a 2:16.
En tanto el español Mikel Landa (Movistar) es cuarto a 3:03, Bauke Mollema es quinto a 5:07 y el colombiano Miguel Ángel 'Superman' López continúa en la sexta posición a 6 minutos, 17 segundos de su amigo ecuatoriano.
Damiano Cima, el triunfo de la voluntad
El ciclista del Nippo-Vini Fantini-Faizanè se ha impuesto en Santa Maria di Sala tras 170 kilómetros de fuga y tras lanzar un esprint épico al que los grandes velocistas llegaron tarde a consecuencia de la condescendencia del pelotón, que tras las etapas de alta montaña, concedió demasiado a la fuga y llegó tarde a la volata final.
Estaba en juego la maglia ciclamino, pero los equipos de los favoritos, BORA, por parte de Ackermann y el Groupama de Démare fueron incapaces de organizar la persecución y lo terminaron pagando.
Cierto es que sin Viviani, Ewan, ni Gaviria etapas con el perfil de la de hoy quedan algo descafeinadas, pero se debatía el trono de la velocidad en el Giro y los dos favoritos Arnaud Démare, su equipo no tiró en toda la etapa, y Pascal Ackermann se durmieron. La fuga se encargó de echarle picante a los 222 kilómetros y para ellos fue la gloria.
Cuando lanzaron el esprint, Démare se vio bloqueado y Ackermann sólo pudo ser segundo. Finalmente, la maglia ciclamino, que corona al más rápido del Giro fue para el alemán del Bora.
Pero vayamos al caviar. Damiano Cima, un joven de 25 años que participaba con el que, posiblemente, es el equipo más humilde del Giro, tocó el cielo en Santa Maria di Sala.
Cima junto con Nico Denz y Mirco Maestri saltaron en el kilómetro 40 y tras más de 170 kilómetros de escapada lograron llegar con opciones a los últimos metros. Los fugados se aprovecharon de la racanería de los equipos perseguidores que no fueron capaces de organizar la persecución y Cima fue el más listo. Entró en meta con los esprinters en el cogote, pero el primero fue él. Chico listo.
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