SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Estaba esperando conectar con una emoción diferente al llegar a la meta, es la primera vez después de tanto tiempo en mi carrera de atleta que llego a sentirme diferente, con varias preguntas y tratando de conectar con esta sensación tan diferente.
Hablando entre amigos y personas conocedora del tema, me han dicho que es normal, puede ser cansancio, que ya luego conectas con la verdadera emoción.
La preparación y el mismo evento me enseñó lo que es la vulnerabilidad en su máxima expresión. He sentido a tope y a flor de piel este sentimiento, desde que dije que iba hacer este evento mi "timline" de preparación fue demasiado dura para mí en lo personal, demasiados obstáculos que atravesar, quizás hasta inconstante por los procesos de salud que viví.
Estoy agradecida en todo momento con las personas que me inspiraron, me sirvieron de soporte y no me dejaron abandonar. Dándome un extra a mí misma por no querer rendirme aunque estuve al punto de tirar la toalla desde antes de hacer el evento.
Quiero destacar que siempre busco un motivo / a quien dedicarle los eventos más importantes que hago, este va para mi hija Amelia que fue la que más aguantó los madrugones e ir de noche a la piscina. También se lo dedico a un ángel en el cielo
que fue quien me hizo continuar en mi primer half y ha sido el motor de muchos de los que estamos en vida terrenal, gracias Raúl Tapia.!Gracias universo! ¡Gracias al proceso por el crecimiento y gracias especiales a los de siempre!
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