No es posible, que la mayoría de esas obras, muchas de ellas levantadas por la presión social de sus habitantes, al poco tiempo de ser inaugudas presentan un penoso estado de deterioro.
El papel de los ayuntamientos no es solo recoger la basura, su autoridad va mucho más allá, y el cuidado de las instalaciones deportivas, es un deber ineludible.
Lo que históricamente ha venido ocurriendo, es que los alcaldes de todo el país, se hacen los “chivos locos”, para evadir sus responsabilidades en ese y otros aspectos.
El ministerio de Deportes, organismo que ha tenido en la misión de levantar esas obras, también ha sido blandengue, al no exigir a los ayuntamientos que den el debido mantenimiento a esas obras, ya que las mismas la utilizan exclusivamente los residentes de las demarcaciones bajo su tutela.
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| El veterano periodista Hugo López Morrobel es el editor deportivo del matutino El Día. |
Los dirigentes que utilizan esas instalaciones, también deben convertirse en guardianes permanentes de su buen estado, porque son muchos los dirigentes de clubes y ligas, que las utilizan y obtienen provecho económico, como si fuesen de su propiedad.
Lo que ocurre, es que hemos llegado al extremo de que la irresponsabilidad, en todos los sector de la vida nacional, es pasada por alto, y en algunos casos es aprobada con su silencio por una parte de la misma sociedad.
Así las cosas, que nadie piense que se avanzará , a pesar de las muchas campañas de concientización que se han venido realizando desde hace tiempo, con el objetivo de que las cosas cambien para bien.
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