Las Estrellas Orientales se han complicado la vida tras ser el mejor equipo del torneo en el mes de octubre, cayendo en una mala racha que ha llevado el conjunto a empatar en tercer lugar y a perder el brillo de las primeras semanas.
Los paquidermos iniciaron la temporada con record de 9 y 4, encabezando el torneo, presentando el mejor picheo de la LIDOM, el conjunto más compacto, incluso muchos pensamos que para final de noviembre ya las Estrellas estarían pensando en número mágico e ir organizando su estructura para el Round Robin.
Cuan lejos estábamos de ver cambiar el firmamento para los Orientales, conjunto que ha caído en un abismo, por no decir en un agujero negro como las Águilas (quienes por cierto se alientan dos días y al siguiente van a parar a emergencia como los que han contraído el virus que está afectando a medio país, sin contar con los venenos recientes de Luis Polonia y Félix Fermín, dos leyendas cibaeñas que han dicho lo suyo sobre las Águilas) o en juego inestable como el de los Gigantes del Cibao, conjunto que un momento luce invencible, como los campeones que son y en el otro como si estuvieran jugando Pequeñas Ligas.
Los verdes han salido por la puerta trasera en nueve de los últimos 13 juegos, es decir, se han comportado completamente de forma contraria a como estaban para el 2 de noviembre. En tres de las cinco derrotas al hilo los abridores no pasaron de 1.1 de entradas, el relevo ha tirado 33.2 entradas, 40 hits, 18 carreras limpias, en esos cinco encuentros.
Lo llamativo de las Estrellas es que al entrar noviembre comenzó a anunciarse la integración de los Junior Lake, Miguel Sanó, Marcos Mateo y una serie de jugadores que fueron claves para el equipo que alcanzó la Serie Final del torneo pasado.
Muchos llegamos a pensar que se disputarían tres posiciones, pues los petromacorisanos no tendrían el más mínimo inconveniente en alcanzar el Round Robin; incluso se decía que no era necesario tanto talento en la regular, que dejaran parte de eso para la postemporada.
La reciente racha de cinco derrotas seguidas ha sido un reflejo de que las cosas han estado cambiando este año. Toros, Licey y Escogido ocuparon las tres últimas posiciones el torneo pasado, hoy Licey comanda el torneo, los Leones se mantienen con solidez en segundo y los Toros sin demasiada parafernalia han empatado con los verdes en tercero.
El viernes pasado las Estrellas vencieron 7 por 4 a los Tigres, en ese momento el conjunto se mantenía en un sólido primer lugar. Quien pensaría que en menos de una semana el conjunto macorisano caería vencido en los siguientes cinco partidos y bajarían hasta un tercer lugar.
El promedio de bateo de los verdes (.234) es el peor del torneo, su bateo situacional ha estado por debajo y un line up que en el papel mete miedo a cualquier conjunto en realidad ha sido una pantalla. Las nuevas integraciones no han hecho el trabajo que se esperaba, Michael Martínez (.133), Pedro Florimón (.158), Miguel Sanó (.244-1-3, más un ponche cada tres turnos), Junior Lake (.147-0-1) y Elián Herrera de 9-1. Lo que debió ser una ofensiva rutilante se ha quedado sin brillo hasta el día de hoy.
Las Estrellas Orientales tienen el talento para salir del bache en que se encuentran, claro, con intenciones y un material improductivo no se alcanza el firmamento.
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