SANTO DOMINGO, República Dominicana.- "Hoy me considero el hombre más afortunado sobre la faz de la Tierra... "
El 4 de julio de 1939 Lou Gehrig dio su discurso del "hombre más afortunado" durante una ceremonia en honor al capitán yankee. Incluso en estas circunstancias más inusuales, y al final de una carrera sin igual, estaba claro que Gehrig se sintió honrado por la atención, e incómodo en el centro de atención al pronunciar uno de los discursos más famosos de la historia estadounidense a una multitud con el corazón roto.
Esta es la imagen más famosa que emerge de la más solemne de las ocasiones del Bronx, encontrando al hombre más valiente en el juego convocando la fuerza para dirigirse a los fieles yankees.
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