Por Nacho Labarga.-
De MARCA.-
Tras la batalla de los Pirineos,
este viernes esperaba un día tranquilo para los favoritos en Burdeos. Tocaba
jornada ideal para los velocistas tras afrontar 170 kilómetros de una etapa
donde el calor tomó protagonismo. Se superaron los 30º durante la toda la cita.
Nelson
Oliveira (Movistar Team), Simon Guglielmi (Arkéa-Samsic), Jonas Abrahamsen
(Uno-X) y Mathieu Burgaudeau (TotalEnergies) fueron los hombres que formaron la
fuga, pero luego sólo se quedó Guglielmi.
Entre los favoritos todo era tranquilidad. Viajaron en el pelotón pensando en nuevas batallas, la próxima montañosa asoma el domingo. Peters y Latour fueron los últimos supervivientes de la otra fuga del día, pero fueron engullidos a escasos kilómetros de la línea de meta.
Jumbo e
Ineos coparon las primeras posiciones para evitar sustos.Los británicos,
valientes, llevaban intención de crear una escabechina, pero el viento no le
favoreció. Vingegaard, para evitar caídas, afrontó los últimos kilómetros en
primeras posiciones. Van Aert, eso sí, iba a cola de pelotón. Al fin se tomó el
día libre.
Un final
nervioso
El tramo de seguridad, normalmente a 3 km, se amplió medio kilómetro más. Los grandes sprinters afrontaron a toda velocidad un final donde Cavendish soñó con llevarse el triunfo, pero anticipó su ataque. Jasper Philipsen saltó de la nada para 'birlarle' el éxito y hacer 'hattrick'.
No hubo
cambios sustanciales en la clasificación general antes de otra jornada rápida
este sábado. El Tour se acerca de los Pirineos para acercarse hacia el centro.
El Tour se asoma al Macizo Central con una etapa perfecta para las emboscadas. La segunda etapa más larga de la actual edición del Tour, finaliza con 80 kilómetros trufados de pequeñas colinas que pueden favorecer que una fuga bien organizada o un ataque de un buen clasicómano termine triunfando.
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