Por Omar Peralta.-
De Yahoo.es.-
Australia vivió la peor pesadilla para un anfitrión de Copa del Mundo: perder ante su afición. La debacle fue obra de Nigeria, una selección que llegó al Suncorp Stadium con la etiqueta de equipo desfavorecido, pero en los hechos dejó patente el orgullo que caracteriza al futbol africano. Las de casa todavía no pudieron contar con Sam Kerr, su estrella que milita en el Chelsea, aquejada por una lesión. Pero los roles eran claros: llegaban como favoritas.
Pero la reacción fue inmediata. Los cinco minutos de tiempo añadido, en la primera mitad, fueron suficientes para ver a ambas selecciones abrir el marcador. Nigeria encontró el empate por obra de Uchenna Kanu, jugadora de Tigres, que aprovechó el centro de Rasheedat Ajibade para rematar y superar a la portera Mackenzie Arnold. Su gol fue un bálsamo de tranquilidad en el momento más difícil para Nigeria en el encuentro.
Y en el segundo tiempo todo explotó. Un cobro de tiro de esquina entregó el dramatismo necesario que todo marcador sorpresivo reclama. El recentro de Ajibade encontró receptora en Osinachi Ohale, que remató de cabeza para empujar el balón, con todo y la patada accidental en el abdomen que le propinó Alanna Kennedy (la defensora australiana quería despejar el balón, y perdió de vista a Ohale, por lo que terminó por golpearla, pero sin intención). A los 65 minutos, Nigeria podía presumir de la victoria.
Y pasaron cinco minutos para que esa ventaja se viera aumentada. Todo nació de los pies de Toni Payne, que mandó un balón largo. En un principio, parecía que Kennedy y la guardameta australiana, Arnold, podían controlar la situación, pero hubo una falta de comunicación grave, y Kennedy terminó por descolocar a su compañera y cederle el balón a Asisat Oshoala, que había entrado de cambio y, con su frescura, aprovechó la desconcentración defensiva para firmar el 3-1 que hizo estallar de júbilo a todo un país.
Australia se volcó con todo su arsenal al frente, pero careció de precisión y se encontró con una portera imperturbable, como lo es Chiamaka Nnadozie. Los once minutos agregados al tiempo reglamentario fueron un espectáculo total. Las locales sintieron que podían hacer la hazaña cuando quedaban dos minutos en el reloj. Un cabezazo sensacional de Kennedy, que enmendó así su error del tercer gol en contra, puso el 2-3. Creían en el empate y estuvieron a nada de conseguirlo. En los últimos diez segundos de partido, Ellie Carpenter encontró un balón franco de remate. Su disparo, sin embargo, no llevó potencia y cayó en las manos de Nnadozie. Todo terminó.
La fiesta le perteneció a Nigeria, que llegó a cuatro puntos (empató 0-0 en el primer partido ante Canadá). Australia ahora tendrá que jugarse todo en el último partido, también ante Canadá. Actualmente, Nigeria lidera el grupo con cuatro puntos. Canadá también tiene cuatro. Australia tiene tres e Irlanda, sin unidades, está fuera del certamen. La última fecha será una locura total. Tres selecciones tienen opción de calificar, pero deben ganar para hacerlo. Australia se ha llevado una decepción, aunque pueden enmendar el camino. Nigeria, por su parte, no tiene que confiarse, porque Irlanda seguramente querrá irse con la cara en alto. Todo está puesto para una última jornada explosiva.
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