Izaguirre dio la campanada en la jornada número 12 con la segunda victoria española en el Tour de Francia 2023. El corredor vasco sorprendió a la fuga que mejor se consolidó y rodó durante 30 kilómetros en solitario para revivir la sensación de una victoria en la ronda francesa, como ya hizo 2016. Tras cinco años de sequía, los españoles han descorchado la botella de victorias del 'Tour vasco'.
El recorrido, de 169 kilómetros , con sus cinco cotas, emplazó a los corredores a agitar el árbol y alzar las espadas en pos de las fugas. Estuvo la jornada movidita.
Un inicio espectacularmente caótico
Sin embargo, comenzó accidentada. Fabio Jakobsen (Soudal- Quick Step) no tomó salida, aquejado de problemas físicos desde su caída en la cuarta etapa, y David de la Cruz (Astana) se precipitó al asfalto, lo que obligó a abandonar el Tour cuando intentaba preparar una fuga.
Los constantes y estratégicos movimientos dejaron fuera de batalla a varias piezas del tablero, como Mikel Landa (Bahrain) o Sepp Kuss, el gregario de lujo del Jumbo-Visma. Jonas Vingegaard se tuvo que colgar del especialista en estos recorridos, Wout van Aert, que opacó sus posibles intentos de protagonismo en una etapa propicia para tirar de su líder y marcar el ritmo en el pelotón.
La fuga se consolidó antes de las tres últimas subidas del día con un combo de posibilidades entre las que destacaban un español, Ion Izagirre (Cofidis), un campeón mundial, Julian Alaphilippe (Soudal-Quick Step), y un ‘clasicómano’, Mathieu van der Poel (Alpecin-Deceuninck), entre otros 13 corredores. Con una ventaja de más de tres minutos, la gesta de la escapada era posible.
Van der Poel activa el ‘modo juguetón’ en los descensos e Izagirre en losascensos
No tardó en activar el ‘modo juguetón’ Van der Poel, apretando el ritmo en la antepenúltima bajada, confiando en los más de dos minutos que le separaban del pelotón de favoritos. Sin embargo, se le hizo larga la última ascensión del día en solitario a la Croix Rosier, donde dos escapados Pinot (Groupama) y Jorgenson (Movistar) terminaron por alcanzar al belga.
El trabajo de Ion Izagirre en el grupo perseguidor hizo que aumentaran el aforo de la cabeza de carrera hasta los 10 corredores, de donde saldría el vencedor de etapa. El español quería volver a sentir lo que era ganar en el Tour y aprovechó el subidón probando en solitario ante las dudas de sus compañeros de escapada.
Rodó durante 30 kilómetros, soñando con reeditar la sensación de victoria en el Tour siete años después. Unos pensamientos que le abrieron cada vez más segundos de ventaja con un grupo perseguidor que no se atrevía a alcanzarle y donde ningún ciclista quería probar el uno contra uno contra el corredor vasco.
Las banderas de Belleville en Beaujolais recibieron a un Izagirre que había volado y se permitió el lujo de celebrar su victoria y dedicársela a su hija, que este jueves cumple cuatro años. El mejor regalo posible y un ejemplo del sacrificio del ciclismo profesional.
Jonas Vingegaard seguirá un día más con el maillot de líder a 17" de Tadej Pogacar, que ya prepara el contraataque para estos tres días con la llegada a los Alpes.
Carlos Rodríguez continúa siendo el mejor español de la general, cuarto a 4'22" y Pello Bilbao, con su victoria de este martes, quinto a 4'34" del danés.
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