Como era de suponerse, los abanicos que se "armaron" causados por los vientos laterales desde el principio de la etapa, disgregaron en pedazos el lote policromado, siendo las más afectadas Silvia Persico y Gaia Realini, ya que quedaron "atrapadas" en pelotones rezagados, cediendo más de un mi nuto sobre cabeza de carrera, tiempo que bien podría descartar sus opciones en la clasificación general individual.
Por el contrario, al corte bueno entraron las demás favoritas: Van Vleuten, Lippert, Vollering, Niewiadoma, Labous, Peperkamp o García. Esto sin contar a las principales velocistas del cartel, Kool y Vos, que por demás tenían la compañía de una Dygert que tenía la ambición de luchar por vestir el rojo. En total 35 ciclistas con chances de protagonismo.
En el sprint masivo predominó el tren de las abejas (las chicas de amarillo y negro), que dejaron perfectamente colocada a Vos, quien también se aprovechó de la prematura salida de Kool, que en ese movimiento desacertado, facilitó las cosas para que su legendaria compatriota sellara su primer triunfo en una Vuelta con el agregado especial de hacerlo vestida de rojo.
Mañana está pactada la cuarta etapa de esta ronda ibérica, con una distancia de 133.1 kilómetros desde Cuenca hasta Guadalajara, donde el ascenso al Alto de Horche (de tercera categoría) en algo puede alterar el libreto y presentar un nuevo escenario en carrera.
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