El Piojo, como se le conocía al destacado ciclista y entrenador capitalino, se impuso en muchas carreras disputadas en el Parque Mirador Sur. (Foto: Ramón Martín Olivo). |
Por Juan Luis Rodríguez Fernández.-
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El próximo domingo se realizará una edición mas del Clásico de Ciclismo Memorial John Figueroa Medrano, con la organización de Rafael Pueriet, Planet Bike y colaboradores.
Aprovecho para compartir algunas de las múltiples vivencias que tuve con John Figueroa en diferentes etapas de mi vida deportiva:
Mi primera participación como ciclista en una competencia nacional resultó ser la última en que John Figueroa compitió como ciclista superior (hoy élite). Esta fue en Santiago de los Caballeros a final del 1974. En ese momento John provenía de ser selección de los XII Juegos Centroamericanos y del Caribe Santo Domingo e iba a pasar a rol de entrenador.
Llegando a Santo Domingo, John fue mi entrenador de pista y su puntualidad y orden me sirvieron de guía; inclusive fue mi entrenador en mi primera participación en los Campeonatos Panamericanos de Ruta celebrado en San Cristóbal (Venezuela), en 1976.
Cuando en 1978, yo estudiando en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) promoví la formación del equipo de ciclismo de esa alta casa de estudios, El Piojo --como se le apodaba-- aceptó ejercer la función de entrenador, siempre estando a tiempo en los entrenamientos del grupo que estudiábamos en esa universidad.
Fui dirigido por él en mi última competencia internacional en 1983 en el Clásico Les Cayes, en Haití, en donde formamos el equipo San Lázaro, ganando las dos pruebas. Manolín Fernández (Pestañita) se impuso la ruta y quien suscribe ganó el circuito callejero.
Cuando creamos la Vuelta a Santo Domingo, Ruta al Quinto Centenario, en 1988, Figueroa diseñó un sistema computarizado para los resultados de la ronda, en la cual ejerció la dirección de cómputos. Vuelta que en sus cinco ediciones fue super exitosa.
Cuando organizamos el primer triatlón en el país, en 1990, Johnny preparó toda la guía técnica como director técnico del evento.
En la Copa Cero de Oro de 1987 creamos la categoría cicloturista o "patapelúa". Johnny nos corrigió expresando que era ciclismo máster, modalidad para ese entonces desconocida en el país.
"Anécdota de respeto técnico"
En 1994, Johnny como entrenador nacional fue llamado por la Federación Dominicana de Ciclismo (FEDOCI) para que llevara una selección a unos Panamericanos de ciclismo que se celebrarían en dos semanas. Johnny expresó que no asistiría a pasar vergüenzas en unos panamericanos con ciclistas que no haya tiempo para prepararlos debidamente. Esto le costó el puesto de entrenador.
Cuando en 2001 llegué a presidir la FEDOCI, mi primera llamada técnica fue integrar a Johnny como entrenador, mandarlo a un curso de alto nivel de tres meses a Suiza y asignándole de inmediato la selección juvenil para los Campeonatos Panamericanos del 2002 del cual fuimos sede. Los ciclistas juveniles de ese 2002 son parte de los que todavía dan resultados competitivos.
Después del Panamericano Juvenil, la dirección técnica de FEDOCI lo designa entrenador de la selección femenina, siendo llamado a los pocos meses para dirigir el sistema informático de los Juegos Panam 2003.
No obstante, él mismo buscó a Eladio Núñez Deschamps para trabajar las muchachas en conjunto, sin él desligarse del seleccionado.
En 2005 introdujimos a SEDEFIR la foja de John Figueroa para que fuera incluido como Viejas Glorias del ciclismo, lugar en el que estuvo hasta su deceso.
En 2010, cuando le dan la noticia de su enfermedad y yo no encontraba la forma de animarle, decidimos realizar un campamento para ciclistas juveniles concentrando 30 jóvenes en el Velódromo para que Johnny dirigiera el campamento.
Entre esos jóvenes estuvo Luguelín Santos, quien mostró su gran calidad para ser un ciclista extraordinario destacándose en el campamento. Luego Luguelín dirigió su pasión hacia el atletismo en donde ha logrado ser de los mejores del mundo. Jhonny todo el tiempo llegó puntual a impartir conocimientos y dirección a los jóvenes talentos sin faltar un día.
En honor a su memoria, recién a su fallecimiento le dedicamos la edición de la Vuelta Independencia de ese año 2011.
Concluyo mi escrito informando que en ninguno de los proyectos Johnny puso requerimientos para honorarios ni para combustible.
Considero es merecedor de un puesto en la gloria del ciclismo dominicano.
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