La quinta edición del premio
entregado por El Diario Vasco homenajea al ciclismo, representado en la gala
por Perurena, Lasa, Lejarreta, Indurain y Olano
Por Gaizka Lasa.-
SAN SEBASTIÁN.- Los Premios
Deportistas Cinco Estrellas, entregados por El Diario Vasco, celebraron ayer su
quinta edición en un evento que transcurrió sobre ruedas, no solo por el
ambiente familiar generado entre deportistas, instituciones y empresas en un
día primaveral, sino por el homenaje brindado al ciclismo vasco.
En un año en el que el Tour de Francia
va a arrancar en Euskadi, la gala, celebrada en el Hotel María Cristina, quiso
reconocer la trayectoria de grandes ciclistas vascos que brillaron en su día en
la carrera más mediática del mundo contribuyendo a consolidar, incluso hacer
crecer, la pasión txirrindularia de esta tierra.
Ahora que la mera presencia de
ciclistas vascos en la Grande Boucle es celebrada por la afición, cuatro
figuras de este deporte recordaron ayer tiempos gloriosos. Miguel Mari Lasa
ganó una etapa en 1976 en Verviers y otra en 1978 en Biarritz. Marino Lejarreta
se adjudicó la suya en 1990 en la meta de Millau, en el Macizo Central. Para
entonces había empezado la extraordinaria racha de Miguel Mindural con doce
triunfos parciales y cinco clasificaciones general consecutivas. Ya la dinámica
exitosa continuó con la victoria en la contrarreloj de Disneyland-París de
Abraham Olano en 1997.
Los cuatro recibieron ayer el Premio
Deportista Cinco Estrellas 2023, un cuarteto de lujo al que estaba previsto que
se uniera Txomin Perurena, ganador del Premio de la Montaña en la edición de
1974 que no pudo asistir a la gala por asuntos familiares. Los ciclistas
suceden en el palmarés a la piragüista Maialen Chourraut, a los futbolistas
Xabi Alonso y Antoine Griezmann, y al gofista José María Olazabal.
El homenaje plasmaba la fuerte
vinculación de la sociedad vasca con el ciclismo, reflejada desde los inicios
en las páginas de Deportes de DV, donde se han recogido las hazañas de nuestros
deportistas y, más allá, la ilusión y energía de las categorías inferiores. “Somos
reflejo de la sociedad a la que representamos y a la que servimos”,
contextualizó el premio el director general de Diario Vasco, Iñigo Barreneceha,
recordando todo “el cariño y la dedicación” que la redacción de Deportes ha
puesto sobre el ciclismo, no sólo de élite. No en vano hace solo dos semanas la
portada de El Diario Vasco la protagonista adolescente de entre 14 y 16 años
que sufrían un bloqueo en la organización de sus carreras.
En el acto más esperado subieron los
cuatro ciclistas al escenario para recibir su obsequio y tomó en nombre ellos
la palabra Miguel Indurain. “Como soy el que menos hablo…”, bromeó cuando entre
los cuatro se rifaban el micrófono. En tono más serio dio las gracias a DV por
el galardón y por su labor divulgativa y puso en valor “la tradición que sobre
todo aquí en Gipuzkoa tiene el ciclismo, tanto en corredores como en eventos.
Con tono jocoso rescató “aquella Clásica
de San Sebastián que ganó haciendo a Marino --quien le recordaba con el codo
que le echó un cable en Jaizkibel— y ponía en valor “el gran ambiente que se
vivió en la salida del Tour de 1992 en una crono que no olvidaré”, entre otras cosas
porque la ganó vestido de amarillo. “Lo de este año será un bonito reencuentro
con esas sensaciones, concluyó. (Tomado de El Diario Vasco)
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