Por Raúl Bretón.-
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Ayer: Croacia 0-Bélgica 0, Canadá 1- Marruecos 2, Japón 2-España 1, Costa Rica 2-Alemania 4. Hoy: Corea del Sur vs Portugal, Ghana vs Uruguay, Serbia vs Suiza, Camerún vs Brasil.
"Asociar el fútbol a las letras y las artes puede parecer irrespetuoso, pero, operando siempre sobre el supuesto de que el fútbol y el deporte son integrantes del hombre lúdico que juega cuando cultiva su intelecto en aquello que le divierte, la asociación de fútbol y humanismo intelectual no parece tan disparatada". Dante Panzieri, periodista e intelectual argentino que por su manera de escribir y analizar el fútbol cambió la forma de entender este deporte. Un anti establishment que muchas veces enfocó su crítica a la industria del fútbol por sus métodos mercantilistas de conducirlo. Su libro "Dinámica de lo impensado" es otra lectura obligada para todo el que quiere aprender sobre los oscuros mecanismos aplicados durante la época en la que el fútbol pasó de lo romántico a lo lucrativo.
El retroceso alemán
En medio de una profunda frustración tras una dolorosa derrota de Inglaterra ante Alemania, Gary Lineker dijo: "El fútbol es un deporte que inventaron los ingleses en el que juegan once contra once y en el que siempre gana Alemania". La frase del ex delantero inglés ha ido perdiendo vigencia durante los últimos años en los que Alemania ha dicho hola y adiós en la primera fase de los últimos dos Mundiales.
Esta Alemania 2.0 está muy distante de aquellas selecciones de Beckenbauer (años '70s), Lothar Mathews (años '80s) y la generación de jugadores (que algunos quedan) que dirigió Joachim Low que conquistó la Copa del Mundo de Brasil 2014. Esta selección de Hansi Flick es de pasado y futuro, no de presente. Hacia futuro inmediato de poco sirve mantener jugadores que han visto pasar sus mejores años como Muller, Neuer, Gundogan y Gotze.
La Alemania del futuro pasa por el talento de Musiala, y la inteligencia de Havertz. De ser una potencia temible durante siete décadas, Alemania ha pasado a ser una más, al menos en Copas del Mundo, con un juego lento, sin identidad, predecible y al que la estrategia de vértigo de sus rivales termina desgastando a un grupo heterogéneo que necesita la profunda autocrítica, porque las potencias emergentes del fútbol no suelen respetar historiales gloriosos de cuatro conquistas de Copas del Mundo. Sí, víctimas de un error imperdonable de apreciación del árbitro en el gol que no debió ser de Japón ante España que significó la eliminación alemana, demostrando que el VAR no es ese instrumento que llegó a la industria del fútbol a repartir justicia y alimentar el llamado fair play. Una trampa que hizo justicia para algunos que recordaron singulares momentos de la historia en los que Alemania fue favorecida por decisiones arbitrales que le dieron algunas de sus cuatro copas. Me llega a la cabeza aquel penalti injusto pitado contra la Argentina de Maradona y Bilardo en la final del Mundial de Italia 90.
El fútbol y su karma tardío. España jugó con fuego y durante unos minutos se vio fuera del Mundial. Son esos momentos inesperados que no estaban en el guión preestablecido los que hacen del fútbol el deporte más cruel e interesante de todos. Tras unos desastrosos cinco minutos en los que Japón, con su insistente juego disciplinado sin caer en la desesperación que solo produce caos y desorden, aprovechó uno de los errores de un irreconocible Unay Simón, y el gol tramposo del árbitro, no solo para ganar el partido, también para ganar el grupo y escribir una de las páginas más inesperadas de la historia de los Mundiales: superar en primera fase a España y Alemania.
A pesar de la derrota, las cuentas a Luis Enrique no se le descuadraron. España evita en octavos a la Croacia de Modric, subcampeón del mundo, para tener como rival de muerte súbita a su vecino que solo los separa el estrecho de Gibraltar, Marruecos, ganador sorpresa de su grupo y que se ha alimentado bastante del fútbol español en la formación de muchos de los jugadores que hoy representan al nuevo dueño del desierto del Sahara, gracias a una decisión del mismo gobierno español. España también evita estar del mismo lado de Argentina y Brasil. Hay derrotas que te vienen bien. El fútbol es así (Fin).
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