Por Lucrecio Sánchez.///
Hablar del ‘Pirata’ es hacerlo de uno de los escaladores más legendarios que se recuerdan. Gaul, Bahamontes, Coppi o Bartali, por poner sólo algunos ejemplos de varios de los considerados mejores escaladores de la historia, no contaron con televisión y las épicas que nos regalaban eran más a golpe de crónica del día siguiente. Con Marco, los que tuvimos la suerte de poder vivir su era, pudimos ver en directo esas magníficas tardes de ciclismo que nos regalaba. Sus ataques eran tan demoledores que, si no ganaba Pantani, hacía a los demás perder. Un ciclista decisivo que no ganó tanto, pero sí fue de tal calidad que merece la pena recordar sus mejores victorias.
Giro 1994 – Aprica
Fue el día en el que se encumbró. Su calva ya dio qué hablar camino de Merano, donde se llevó la etapa y dio un serio aviso de lo que era capaz. Pero al día siguiente, con Stelvio y Mortirolo por el camino, dio una auténtica exhibición. Por el camino se dieron muchas situaciones diferentes de carrera. Desde que su líder, Chiapucci, cediera, a que la maglia rosa siguiera su demoledor ataque. Indurain fue a un ritmo más pausado y le cazó en el descenso hacia Edolo, mientras que Berzin tuvo que claudicar ante el ritmo del italiano. En Santa Cristina el español cedió y se hundió, mientras Pantani se postulaba no sólo para ganar ese Giro, sino para ser una referencia de la montaña no sólo por unos años, sino para toda la vida.
Tour 1997 – Alpe d’Huez
Ya había ganado en la cima del mítico puerto alpino dos años antes, en la ascensión anterior a la estación de esquí. En esta ocasión, además de no tener rival por la victoria, impuso el nuevo récord de la subida, que se conservó incluso tras la disputa de una cronoescalada en el año 2004.
Giro 1998 – Montecampione
Marco ostentaba la maglia rosa por delante de Pavel Tonkov, un ciclista que ya se impuso en el Giro dos ediciones antes. Fue un duelo precioso en una subida que vio ganar nada menos que a Hinault en una de sus victorias en la ronda transalpina, allá por los años 80. El ritmo infernal de Pantani con el ruso a su rueda es uno de los duelos más recordados. Parecían condenados a llegar juntos a meta, pero a falta de escasos tres kilómetros a la cima, Tonkov comenzó a ceder. Perdería una ventaja suficiente para que el italiano se adjudicase su primera grande por etapas.
Tour 1998 – Les Deux Alpes
La estación alpina vería una de las mayores exhibiciones sorpresas del ciclismo de aquellos años. El amarillo, Jan Ullrich, cedió nueve minutos en meta, donde se impuso el vencedor en ejercicio del Giro y al que le valió para tomar una ventaja que el alemán ya no pudo recuperar en lo que restaba de carrera. Un ataque de los Kelme dejó el grupo hecho trizas en el Galibier, donde también se lanzó Pantani. Jan intentó al principio seguir la estela, pero fue imposible. El frío y la lluvia atenazaron al teutón, que sólo pudo llegar a meta con un gran desfallecimiento.
Giro 1999 – Oropa
El Giro estaba abierto entre Pantani y Jalabert, aunque con otros actores implicados, como Gotti o el sorprendente Savoldelli. Un pinchazo del líder del Mercatone fue aprovechado precisamente por el francés, su gran rival, para poner tierra de por medio en la subida final. Marco remontó, llegó a la altura del corredor de la ONCE y le dejó en la estacada, sentenciando aún más la clasificación general de lo que ya estaba.
Tour 2000 – Courchevel
La carrera estaba al rojo vivo por la tensión que provocó Lance Armstrong reconociendo que dejó ganar a Pantani en la cima del Mont Ventoux. El ‘Pirata’ tenía claro que quería ganar una etapa sin tener la sensación de que nadie le había regalado el triunfo y de ese modo se lanzó a la aventura en la subida final, donde de primeras sí le aguantó el americano. Poco después, observando que el transalpino no iba a bajar el ritmo, cedió el maillot amarillo. Marco adelantó a Chava Jiménez y se hizo así con una etapa que le sirvió para reivindicarse.
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