Por Alejandro Matiz.-
Ciclismo Internacional.-
Tras ser testigos de la categórica consecución del Tour de Francia de Tadej Pogacar, a muchos les quedó la sensación de que al verlo en este rol de dictador de la carrera, esa será la dinámica que se repetirá en los siguientes años. Pese a ello y después de analizar todo lo acontecido en frío, uno descubre que sí es un corredor vencible, y que su porte de marciano se consolidó más por la debilidad de quienes lo confrontaron, que por fortaleza propia.
Sí, lo leyeron bien. Más por la fragilidad de sus rivales, que por su esplendor físico, se le atribuyó ese papel de patrón al esloveno. O al menos los indicios visuales y de vatios así lo indican. Por ejemplo, nos podemos guiar en cálculos que apuntan a que el día de su exhibición en Le Grand Bornard, él anduvo a nivel similar que el año pasado, moviendo en promedio 6,3 w/kg. ¿Entonces por qué sacó tan abismales diferencias en esa jornada? Por el inferior rendimiento de sus contrincantes.
Quien realizó esas aproximaciones explica que en esa jornada, existen otros factores que pudieron influir notoriamente en eso, como el clima. Bien se sabe que Tadej se siente más cómodo en temperaturas más frías y lluvia (que fueron las condiciones de ese día), por lo que ese enemigo fue de gran peso para él, contrario a los otros a quienes quizás les costaba mucho más lidiar con esos elementos meteorológicos. Por ello, ese sufrimiento de los demás fue lo que expandió las brechas y facilitó la sentencia de la carrera en favor de esta joya.
Pero está bien, para algunos esa información que no es 100% precisa no significa una fuente de un argumento sólido, así que se puede recurrir a lo presenciado en estas tres semanas. Los aires de superioridad de ‘Pogi’ fueron achicándose conforme avanzó el certamen, por el crecimiento físico de Vingegaard y Carapaz, no por detrimento de su estado de forma. Eso se identifica porque Pogacar no atravesó momento alguno de aprieto -exceptuando lo del Mont Ventoux- y siguió mostrando una faceta ofensiva en la que siempre transmitió buenas sensaciones, pero en la que ya no era capaz de soltar a danés y ecuatoriano ante la mejoría de estos.
La referencia se halla en las fracciones de los Pirineos. El rutero de 22 años jugó al ataque y apostó a seguir mostrando que nadie podía con él. Cumplió con esa premisa, pero no holgadamente. Aunque metía cada aceleración con la misma convicción que en las otras que resultaron triunfales, se denotaba mayor comodidad en Jonas y Richard para soldarse a su rueda. No era tanto dificultad del de Klanec, que seguramente seguía exhibiendo números similares a los de la primera semana. Incluso, ambos contendientes ya tenían el tanque para probarlo, pasa que estando en un nivel muy parejo los tres, ninguno se hallaba en la capacidad de separarse del otro. Lo que rompió esa paridad fue la punta de velocidad de Pogacar en grupos pequeños, ya conocida como una de las mejores del mundo.
Eso además confirmaría lo mencionado desde el seno del UAE-Team Emirates, donde comentan que Tadej no está andando mejor que el curso pasado, simplemente lo está haciendo igual, pero con la gran diferencia de que sus rivales están más lentos de lo normal. Por lo tanto, regularidad del doble vencedor de la Grande Boucle en las tres semanas, y sus oponentes asiduos, de menos a más.
Esa es una buena noticia, puesto que en el historial reciente se han visto ciclistas (pocos) con suficiencia para estar a la altura de él. Roglic, el mayor exponente de ellos sin duda, sumado al propio Vingegaard para el año entrante y quizás Bernal -por su talento escalador, agresividad y recursividad-, quien falta por verlo en una confrontación directa con Pogacar, siempre sabiendo que la crono es su Talón de Áquiles.
Ya lo que concierne sobre las maniobras para desbancarlo, no me extiendo mucho, pues he mencionado anteriormente que el punto a atacar es la debilidad del equipo, que aunque haya tenido un toque de solvencia con el acompañamiento de Rafal Majka, sigue dejándolo a la deriva en el llano y no posee otras unidades resistentes cuesta arriba para no cargar todo el peso de protección sobre las piernas del polaco.Esta vez no le sacaron provecho a esa fragilidad porque no habían otros capitanes sólidos (Carapaz) o con más experiencia (Vingegaard), pero seguro que si hubiesen estado las otras dos figuras mencionadas, a lo mejor sí lo hubiesen puesto más contra las cuerdas y habrían hecho del libreto de competencia, algo más impredecible y con vestigios de suspenso.
A lo mejor la duda se despeja el año entrante, ya que si asiste a La Vuelta, el agotamiento del Tour y Olímpicos, puede ser un pretexto válido para no sacar conclusiones concretas sobre esas posibles rivalidades. Se debe aguardar hasta la próxima ronda gala, augurando que todos estén en plenitud de condiciones, para determinar el techo de este chico. Creo que se puede encontrar a otro ciclista con fuerzas similares y con disposición de correr ofensivamente.
Tarea sencilla no es. Se debe ejercer un gran esfuerzo, respaldado por un plan bien diseñado, para encontrarle las fisuras a Pogacar. Sigue siendo muy bueno y a su corta edad, muestra un montón de virtudes que le favorecen. Pero de que es posible desbancarlo, es posible. Es alguien con ganas de arrasar, pero que con rivales de mayor envergadura, no sería el mismo extraterrestre que aparentó ser en esta edición de 2021.
No hay comentarios:
Publicar un comentario