El dos veces campeón del mundo de omnium (pista) está disputando por primera vez una de las tres grandes rondas ciclistas. |
CAGLIARI, Italia.- El pedalista colombiano Fernando Gaviria (Quick-Step) ganó este domingo en Cagliari la tercera etapa del Giro de Italia y se enfundó la camiseta rosada de líder.
El joven colombiano de 22 años, que corre por primera vez la ronda italiana, se impuso por delante del alemán Rudi Selig y el italiano Giacomo Nizzolo, en un esprint de un pequeño grupo.
Gaviria obtuvo los frutos de una estrategia de ataque del equipo Quick-Step en el tramo final, lo que provocó cortes en el pelotón en los últimos diez kilómetros, con la ayuda de un fuerte viento de costado.
Dos veces campeón del mundo de omnium en pista, Gaviria disputa por primera vez una de las tres grandes vueltas.
En Cagliari, donde fue felicitado por gente allegada al colombiano, que estaba presente en Cerdeña, firmó su quinto triunfo de la temporada.
La 'maglia' rosa cambió de nuevo de propietario. El alemán André Greipel, anterior líder, quedó descolgado del grupo de cabeza debido aparentemente a un problema mecánico.
La escapada del día (Zhupa, Rovny, Tratnik), formada desde el inicio junto al italiano Kristian Sbaragli, terminó antes de los 25 últimos kilómetros.
Tras la llegada a Cagliari, los ciclistas deben realizar una conexión aérea con Sicilia, para tener el lunes su primera jornada de descanso.
Crónica de la etapa
Daba la sensación de que ya poco le quedaba a Cerdeña por ofrecer a este Giro. Y, realmente, no había dado demasiado. Apenas paisajes de postal de las maravillosas costas de la isla, con ese mar de un turquesa abrumador que invitan a cualquiera a pasar allí las próximas vacaciones.
Ese escenario le había dado gloria visibilidad a los equipos invitados, siempre presentes en las escapadas, y gloria a Pöstlberger, a Teklehaimanot, también a Greipel, que daba por descontado que iba a llevarse la “maglia rosa” en su maleta rumbo a Sicilia.
Todo era exasperadamente previsible, música de fondo relajante para una buena siesta de domingo en el sofá, hasta que Quick Step agarró la campana y tocó a rebato, con un Bob Jungels pletórico en el feroz tañido. Ocurrió en una línea recta hasta el horizonte, tras el que esperaba la llegada a Cagliari, capital sarda.
Trek había amagado con formar un abanico poco antes, pero lo hizo sin fe, como demostrando que era posible pero que tampoco estaban mucho por la labor.
A Quick Step se le abrieron entonces los ojos. Quizá no haya una escuadra con una mayor tradición en emboscadas de este tipo en el pelotón y decidió expandir su fama.
Jungels, su potro para la general, sexto en la edición anterior, se puso al frente del pelotón a falta de 10 kilómetros, soportando el viento y tiró, tiró y tiró, como si fuera la última misión de su vida.
Cuando miró hacia atrás, observó que sólo le seguían una quincena de corredores. Entre ellos cinco de sus compañeros de equipos, un Greipel que no aguantó mucho (aparentemente por un problema mecánico) y ningún otro hombre de la general, todos en el gran grupo.
Aunque no era esa clasificación la que preocupaba al campeón de Luxemburgo, sino la victoria de etapa de su compañero Gaviria quien, por supuesto, también le acompañaba en la aventura.
Sin embargo, también andaba por ahí Nizzolo, el campeón de la regularidad del año pasado, y eso era un motivo de preocupación importante para la escuadra belga, que nunca dejó de tirar hasta hacer imposible la remontada del grupo.
Jungels siguió tirando y tirando hasta que el “sprint” quedó finalmente lanzado. Nizzolo lo peleó, con el también Quick Step siempre sobre él, pero Gaviria se impuso con facilidad, convirtiéndose además en líder del Giro, tercero en tres días. La jugada le salió de libro al Quick Step. (Fuente: EL MUNDO).
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