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sábado, 23 de abril de 2016

Mountain Bike: La Barranquita, verdaderamente “espinosa”


Por Martín Olivo.-

SANTIAGO, República Dominicana.- Un extraño frescor y la pertinaz llovizna de esa mañana dominical hacía pronosticar que el día sería borrascoso, circunstancia que dificultaba muchos más la endemoniada pista que muchos aún no conocíamos.

Luego de viajar por varias horas, los competidores arribaron al arrabalizado centro deportivo La Barranquita, lugar en el que se celebraron los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe 1986.

Al detenerse el autobús de Metro Tours, los dirigentes y pedalistas se aprestaban nerviosamente a preparar su equipo de competición, y, lógicamente, a desmontar las bicis del camión “Mabe”, para luego afrontar el agreste recorrido de La Espinosa, nombre con la que fue nombrada la pista de carrera.


Descripción de la pista La Espinosa de la Barranquita

La Espinosa tiene las características “adecuadas” para realizar un Abierto o cualquier competencia MTB de envergadura.

Solo la zona de salida y llegada eran los tramos más sencillos; claro, hay que destacar que tenía un punto de dificultad en el primer giro –a pocos metros de salida—y el último “trillito” inclinado del cual emergían los pedalistas antes de cursar por la banderola de meta.

Luego del brusco giro (en la salida) proseguían los pasillos “zigzagueantes”, desmarcados por cintas plásticas, seguido entonces de un camino seco bordeado de “guasábara”, espinas y, sobre todo, poblado de los fastidiosos “jejenes” que hicieron estragos en los cuerpos de muchos y muchas que vieron acción en la prueba.

Un kilómetro después (la pista tenía una cuerda de 4.5 kms.) los corredores tomaban un camino asfaltado que lo dirigía a otro sendero de piedras y espinas, afrontando luego un endemoniado descenso que continuaba con una inclinada rampa donde los más expertos y gallardos pudieron escalar en el “platico” chiquito.

Después aparecía un agobiante “falso-llano” en el que, bajo el candente sol, muchos vivieron un verdadero calvario. Después del terreno abrupto, los ciclistas tomaban un tramo asfaltado, pero la comodidad del mismo traía su mal presagio, ya que aparecía un brusco giro donde había que lanzarse de cabeza por un desfiladero-túnel o cañón natural adornado por giros cerrados y ataviados por resbaladizas rocas.

Antes de finalizar la angosta y profunda cañada se doblaba hacia la derecha, donde repentinamente aparecía un declive muy inclinado en el que pocos pudieron escalar sobre sus aparatos.

Al salir de esa “ultratumba” se cruzaba un caminito asfaltado para tomar un trillo cubierto de sedientos arbustos atiborrados de púas naturales. Eran los metros finales, y quienes pudieron terminar la carrera, especialmente los campeones, fueron considerados como héroes.


Ganadores Segunda Carrera Campeonato Nacional MTB 1997

Entre los triunfadores de la segunda carrera puntuable se cuentan el santiaguero Wilson Polanco (Cicsan), campeón Senior; Susy Del Monte (Margarina Flora-Gomas Anchas), campeona Damas Adultas, y Amelia Blanco Abbott (Flora/G.A.), líder Damas Sub-23.

También se impusieron en el difícil circuito Mario Ortega (Trepamuros), quien, por desclasificación de su co-equipero Wellington González y José Cruz (Cicsan), se llevó las palmas en la división Sub-23 Masculina.

El vegano Ramón Ubaldo García (Ciclismo Vegano Todo Terreno/Civett) mostró sus garras –en la pista y en el podio—al ganar la Juvenil, mientras que los capitalinos del Flora-Gomas Anchas, Manolo Vásquez, Dionisio Camacho y Rafael Poueriet, repitieron triunfo en los renglones Pre-Juvenil, Veteranos “A” y Veteranos “B”, respectivamente.

Eduardo Fernández (Trepamuros) conquistó la Infantil y el santiaguero Francisco Valerio estuvo imparable en la Máster. (SUPLEMENTO DEPORTES EL NACIONAL 16/03/1997)

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