¿Sabías que esa cadena que arrastran algunos camiones cisterna ayudan a evitar una tragedia? Aunque parezca un simple accesorio, cumple una función crítica cuando se transportan sustancias inflamables como gasolina o gas.
Durante el trayecto, el roce constante del vehículo con el aire y el movimiento del líquido dentro del tanque generan electricidad estática, una carga que, si no se controla, puede acumularse en el vehículo.
Basta una pequeña chispa (invisible al ojo humano) para encender los vapores que emiten estos combustibles y causar una explosión devastadora. La cadena metálica, al mantenerse en contacto con el suelo, actúa como una vía de escape: descarga esa energía acumulada directamente a la tierra, neutralizando el riesgo.
Esta medida, tan simple como efectiva, es un requisito clave en el transporte seguro de materiales peligrosos, y se aplica siguiendo normas internacionales de seguridad industrial y prevención de incendios.
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