Pages - Menu

martes, 15 de abril de 2025

Julian Beck no necesitó maquillaje en la película "Poltergeist II" (1986)



Cuando Julian Beck interpretó al reverendo Kane en Poltergeist II (1986), ya estaba muriendo de cáncer de estómago. Su rostro delgado, sus ojos hundidos y su piel ceniza no eran maquillaje: eran reales. Esa apariencia fantasmal que tanto perturbó a los espectadores era el rostro de un hombre que estaba a semanas de morir. Es como si el personaje lo estuviera consumiendo desde dentro… y Beck lo sabía.
Solo bastaba con verlo acercarse, vestido de negro, con esa sonrisa rota y una voz suave que decía: “Déjenme entrar, soy su amigo.”
En vida, Kane fue un predicador fanático que convenció a su grupo de seguidores de esconderse bajo tierra, diciéndoles que el fin del mundo estaba cerca. Los encerró en una cueva y nunca los dejó salir. Todos murieron allí abajo, esperando un apocalipsis que nunca llegó. Cuando Kane murió, no encontró la paz. Su espíritu se convirtió en una fuerza oscura que quiere arrastrar almas al más allá. Y puso su mirada en Carol Anne, la niña que puede ver el otro lado.
Kane es más que un villano de película. Es la sombra de un fanático que usó la fe como excusa para el control y la muerte. Y su legado tanto en la ficción como en la realidad, sigue provocando escalofríos, por lo que tiene su lugar más que merecido en nuestra galería macabra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario