Por Millizen Uribe.-
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- En tan solo una semana Pro Consumidor cerró tres restaurantes: el tradicional Restaurant Chino de Mariscos, Salao Melao y Delicias Campestre. También cerró el “Súper Colmado Junior”, del sector Villa Consuelo.
A esto se suman las tétricas condiciones de los baños que usaban los empleados: no contaban con agua ni para lavarse las manos y mucho menos para descargar los inodoros, además que se comercializaban productos vencidos, golpeados o en mal estado, no aptos para el consumo.
Pero ¡ojo!, esas son las condiciones de los restaurantes, pero ¿Qué pasa con la comida que venden en las calles, cerca de hospitales, universidades, y centros de trabajo? ¿Las está supervisando alguien? ¿Salud Pública, por ejemplo, o el mismo Pro Consumidor?
La capital se ha convertido en una enorme y sucia cocina ambulante, manejada por “cocineros” carentes de las mínimas condiciones de higiene, que operan al aire libre en pequeños establecimientos, furgones, camionetas, ante la indiferencia de las autoridades y la resignación de una población en aumento que sin embargo ve reducir su capacidad de comer en un lugar adecuado.
El helicobacter
Los estudios indican que la infección del H. pylori es más probable adquirirla por la ingestión de alimentos y agua contaminada y mediante contacto de persona a persona.
Para los expertos, es seguro que la alta incidencia que hay en el país de H. pylori obedece a los alimentos, jugos y aguas contaminadas que venden en las calles.
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