BERGEN, Noruega.- Tras superar este domingo, y por pocos milímetros, al noruego Kristoff en la prueba élite del Campeonato Mundial de Ciclismo efectuado en esta ciudad noruega, el eslovaco Peter Sagan le dedicó el título, en primer lugar, al italiano Michele Scarponi, quien falleciera en mayo al ser atropellado por una furgoneta mientras se entrenaba.
“Esta victoria va para él (Scarponi). Mañana sería su cumpleaños”, ha dicho. Después lo ha hecho extensivo también a su mujer, descubriendo además que pronto serán padres.
“Estoy muy feliz, y el tercer título consecutivo es algo muy especial. Estas carreras se deciden muy rápido. Todo pasa en cuestión de segundos y es muy difícil predecir lo que va a suceder”, ha finalizado el primer tricampeón mundial consecutivo de la historia.
"Por un momento pensé que no lo lograría"
Peter Sagan estaba feliz después de proclamarse por tercera vez consecutiva. Pero no sólo por el título y todo lo que conlleva. Sino, sobre todo y principalmente, porque sólo unos minutos antes de llegar pensaba que lo tenía perdido. Y cuando ya se había hecho a la idea, el pequeño pelotón se ha juntado dentro del último kilómetro tras cazar a Valgren.
“A cinco kilómetros de meta creía que se había ido. Yo realmente pensaba que lo había perdido”, ha dicho el eslovaco tras ganar la carrera. Sin embargo, finalmente se ha encontrado que estaba vivo en carrera. “El pelotón se había roto en tres o cuatro trozos y pensé que no alcanzaríamos a los que había delante”.
Pero lo ha conseguido finalmente gracias, como él mismo ha dicho, a sus compañeros de equipo y a algunos aliados: “Mis compañeros han hecho un gran trabajo… y algunos amigos que tengo en otras selecciones también”, ha confesado sobre ese tramo en el que no hubo imágenes en directo.
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