Por MARTÍN OLIVO.-
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Cuando se realizó la XVIII Vuelta Ciclista Internacional Independencia Nacional 1997 sólo se mencionó a los ganadores de las clasificaciones general, regularidad, montaña y metas volantes, obviándose -quizás sin quererlo- las destacadas actuaciones de los criollos Carlos Cortorreal (ganador del Prólogo), Amable Capellán (quinto), y la de otro capitalino con talento para la montaña: Richard Quezada Veras.
Se preguntarán qué hizo el miembro del Club Ortiz Celado (Quezada) en la ronda patriótica, pero el también integrante de la Marina de Guerra fue uno de los 10 primeros en arribar al puerto de montaña ubicado en Jarabacoa.
Tembleque, como es mejor conocido por la afición criolla, se ubicó criolla, se ubicó octavo en la jornada conquistada por el petromacorisano Jorge –Pillín—Cordero, y como par que no parecería “casualidad”, al día siguiente subió entre los diez primeros en la empinada cuesta de La Cumbre (etapa Santiago-Puerto Plata-Mao).
Anterior a esa actuación, Quezada Veras había mostrado sus cualidades en los terrenos escarpados, puesto que había ganado una etapa ondulada en el Campeonato de Ruta Distrital 1996 en el que se impuso de manera destacada en el tramo Santo Domingo-Baní-Santo Domingo.
Recientemente, Richard ratificó su condición de buen escalador al conquistar la Clásica de Montaña Areperos de San Carlos, logrando una primera posición y dos segundos puestos en las tres jornadas desarrolladas en terrenos montañosos.
En la primera justa, sorteada en el trayecto Santo Domingo-San Cristóbal-Cambita-La Colonia, Tembleque se ubicó segundo detrás del super-veterano y gran subidor Amable Capellán, logrando así colocarse entre los favoritos para adueñarse del certamen.
En la segunda etapa, que consistió en una prueba contrarreloj (10 kilómetros en terreno de subidas y bajadas) corrida en la Avenida Mirador Norte, Quezada obtuvo el mejor tiempo, logrando así el liderato de la competencia.
En horas vespertinas, cuando se disputó la tercera prueba (un circuito en el Mirador Norte) se ubicó segundo, posición que lo llevó a granjearse el título de campeón Elite, seguido por el sancristobalense Héctor de los Santos y el capitalino Colón Guevara.
Comienzos difíciles
Como todo corredor ciclista, específicamente cuando no se cuenta con los medios y recursos para practicar este agonístico deporte, Richard Quezada se inició con una inadecuada bicicleta, pero, producto de la realización de los Juegos Deportivos Nacionales Mao 1997, el larguirucho pedalista obtuvo una mejor máquina con la que dice sentirse más confortable.
“Gracias a la iniciativa de la Secretaría de Estado de Deportes y Recreación (SEDEFIR) que suministró las bicicletas para los Juegos y, especialmente de mi ex entrenador Reyson Giovannil Feliz Arias (Policía Nacional) y mi compañero de equipo militar José Luis Melo (El Lumínico) estoy practicando este deporte”, adujo.
Quezada puso de manifiesto el gran apoyo suministrado por el entrenador de la Policía Nacional (Reyson Feliz) y el coronel José A. Meregildo Jiminián, encargado de Deportes de la Marina de Guerra.
“Agradezco la confianza del coronel Jiminián por apoyar al equipo, debido a que esa actitud contribuyó a que lograra una medalla de bronce en los pasados Juegos Deportivos Militares”.
Además de su triunfo en el Campeonato Distrital 1996, Tembleque tiene en su palmarés el Circuito de La Fe, y un significativo quinto puesto en el Clásico Santa Ana (San Francisco de Macorís).
En Mao ’97 ganó una medalla de oro en el kilómetros a Tres o Velocidad Olímpica (acompañado por Colón Guevara y Carlos Cortorreal) y una de plata obtenida en los cuatro mil metros de persecución por equipos (junto a Jabao Guevara, El Guapo Cortorreal y Christian –El Gato—De León).
Lamenta no haber participado en el Clásico Nacional Sub-23 y Juvenil de Montaña que concluyó en Jarabacoa, porque estaba participando en el Campeonato de Pista del Distrito y eso impidió que actuara en el prestigioso certamen cibaeño.
Dice que hubiera hecho un buen papel porque en esos días se sentía con muy buenas condiciones; “claro, sin menospreciar la actuación de los ganadores, el santiaguero José -Ufa- Molina (campeón Sub-23) y el vegano Ramón Ubaldo García (líder juvenil).
Richard Quezada Veras espera tener una buena participación en la próxima Vuelta Ciclista al Valle, ronda en la que los terrenos montañosos son partes primordiales de esa justa vegana. (SUPLEMENTO DEPORTES / El Nacional / Domingo 20 de julio de 1997).
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