Los velódromos no pueden faltar entre las instalaciones deportivas para un evento de gran evergadura. |
SANTO DOMINGO.- Los futuros gobiernos de la República Dominicana tienen pendiente la gran tarea de dotar de funcionales o modernas instalaciones deportivas a las principales ciudades, sobre todo al Gran Santo Domingo, donde se hace perentorio la construcción de un estadio de béisbol con las comodidades y exigencias establecidas por las Grandes Ligas, así como una cancha o “arena” donde se juegue baloncesto, boxeo profesional u otros deportes de masas.
Y mejorar, por lo menos, una o dos instalaciones deportivas en Santiago, metrópoli principal del Cibao; San Pedro de Macorís o La Romana, por el Este, y escoger entre Baní o San Juan de la Maguana, en el Sur.
Esta propuesta trae consigo un alto porcentaje de rechazo, sobre todo de los grupos populistas y la llamada Sociedad Civil, que tras el argumento de que hace falta mayor inversión en alimentación, salud, educación y muchísimas cosas más, viven oponiéndose a la siembra de obras y acciones progresistas y con miras al futuro.
La mayoría de las grandes instalaciones que tiene el país fueron construidas por el dictador Rafael Leónidas Trujillo, entre las que se encuentran tres de los cuatro estadios de béisbol (Quisqueya, Cibao y Tetelo Vargas), todas a mediados y finales de los años 50, es decir, unos 60 años atrás.
Las demás se levantaron en los gobiernos del doctor Joaquín Balaguer y sirvieron de escenario a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1974 (Centro Olímpico Juan Pablo Duarte); las levantadas para los Centroamericanos y del Caribe de 1986 por el gobierno de Salvador Jorge Blanco (La Barranquita, Santiago); así como las que sirvieron para Juegos Nacionales (San Francisco de Macorís, Barahona, San Pedro de Macorís, Moca, San Cristóbal, La Vega, San Juan de la Maguana), todas ellas hace entre 35 y 23 años.
Esta propuesta trae consigo un alto porcentaje de rechazo, sobre todo de los grupos populistas y la llamada Sociedad Civil, que tras el argumento de que hace falta mayor inversión en alimentación, salud, educación y muchísimas cosas más, viven oponiéndose a la siembra de obras y acciones progresistas y con miras al futuro.
La mayoría de las grandes instalaciones que tiene el país fueron construidas por el dictador Rafael Leónidas Trujillo, entre las que se encuentran tres de los cuatro estadios de béisbol (Quisqueya, Cibao y Tetelo Vargas), todas a mediados y finales de los años 50, es decir, unos 60 años atrás.
Las demás se levantaron en los gobiernos del doctor Joaquín Balaguer y sirvieron de escenario a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1974 (Centro Olímpico Juan Pablo Duarte); las levantadas para los Centroamericanos y del Caribe de 1986 por el gobierno de Salvador Jorge Blanco (La Barranquita, Santiago); así como las que sirvieron para Juegos Nacionales (San Francisco de Macorís, Barahona, San Pedro de Macorís, Moca, San Cristóbal, La Vega, San Juan de la Maguana), todas ellas hace entre 35 y 23 años.
Solo las de Mao (1997) y las de Monte Plata (1996) fueron levantadas por los gobiernos del doctor Leonel Fernández, además de la construcción de la única instalación moderna que tiene el país, la Arena del Cibao.
Los países necesitan de infraestructuras de comunicación para desarrollarse económica y socialmente; la salud necesita de modernas instalaciones hospitalarias y lo mismo podemos decir de la educación, donde ya no se pueden considerar escuelas los “cajones o pabellones” de 30 años atrás.
Según las modernas consideraciones, el deporte es transversal a la salud, a la educación, cultura y todo lo que tiene que ver con la formación del ser humano.
El béisbol es una de las principales industrias del país, superada por muy pocas, como el turismo, que constantemente está renovando sus estructuras hoteleras para atraer turistas y capitales.
Los países necesitan de infraestructuras de comunicación para desarrollarse económica y socialmente; la salud necesita de modernas instalaciones hospitalarias y lo mismo podemos decir de la educación, donde ya no se pueden considerar escuelas los “cajones o pabellones” de 30 años atrás.
Según las modernas consideraciones, el deporte es transversal a la salud, a la educación, cultura y todo lo que tiene que ver con la formación del ser humano.
El béisbol es una de las principales industrias del país, superada por muy pocas, como el turismo, que constantemente está renovando sus estructuras hoteleras para atraer turistas y capitales.
Por eso necesitamos al menos un estadio de béisbol moderno, para lo que proponemos demoler el Quisqueya y levantar en su lugar uno adecuado para estos tiempos.
Igualmente, demoler el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto y construir una instalación con parqueos y de fácil accesibilidad.
Proponemos, entre otras, demoler el Coliseo Carlos Teo Cruz y todas aquellas instalaciones deportivas que como el Estadio Olímpico Félix Sánchez sólo sirven para misas y cultos religiosos, o la presentación de algunos espectáculos artísticos.
Presidente Danilo Medina, favor de echar una miradita a la industria deportiva y vaya en su auxilio, comience la gran tarea que tiene más de 50 años pendiente, la de construir instalaciones deportivas funcionales o modernas.... El deporte, nuestros dirigentes y atletas se lo han ganado.
Proponemos, entre otras, demoler el Coliseo Carlos Teo Cruz y todas aquellas instalaciones deportivas que como el Estadio Olímpico Félix Sánchez sólo sirven para misas y cultos religiosos, o la presentación de algunos espectáculos artísticos.
Presidente Danilo Medina, favor de echar una miradita a la industria deportiva y vaya en su auxilio, comience la gran tarea que tiene más de 50 años pendiente, la de construir instalaciones deportivas funcionales o modernas.... El deporte, nuestros dirigentes y atletas se lo han ganado.
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